Sus pies dolían como si hubiera corrido un maratón, tal vez porque así era. La pesadez en su cabeza le hacía sentir mareado, la cama se sentía dura y la noche le asfixiaba, dejándolo sin sueño. Lo único que quedaba claro en su mente era el rostro de su ex.
Podía parecer cliché, pero se suponía que no tenía que ser así. Juntos habían escrito un cuento, y él había derramado la tinta sobre las finas hojas, dando un abrupto y amargo final, mas no se sentía como si hubiera terminado.
Sus descuidos habían terminado alejándolo, el como sus ojos fueron atraído por otra persona en repetidas ocasiones, dejando a Jaemin con el frío como su único compañero por días, hasta que decidieron que debían hablar. Entonces Jeno tomó la tinta y la esparció, cobardemente, porque no lo amaba más, haciendo que Na maldiciera y azotara la puerta antes de desaparecer y nunca regresar.
Cuando lo vio irse, Lee soltó el aire que parecía haber retenido en su pecho, sintiéndose libre. Tenía un peso menos, un compromiso que ya no lo detenía, había sido lo mejor para él y sus marchitos sentimientos, creía que estaría bien con eso y así lo había sentido, por lo que no sufrió en lo absoluto la ruptura mientras, en la universidad, sus oídos lograban escuchar que para Jaemin no había sido igual.
-¿Tenías que ser tan imbécil? -un día, Mark apareció cuando cerró el casillero, logrando que enarcara una ceja.
-¿Ni un «buenos días»? ¿Qué sucede?
-¿No lo sabes? Incluso toda la escuela lo hace -replicó, visiblemente irritado-. Ni siquiera te voy a preguntar por quién haces esto, sólo, ¿tuviste que ser tan hijo de puta?
-Mark, no hice nada -encaró-. Fui honesto, fui completamente directo y él se lo tomó a mal. Por Dios, ni siquiera nos habíamos estando viendo, no entiendo por qué reaccionó de esa manera.
-Actuaste como idiota por meses para que te notara y ahora que lo hizo, ¿te aburriste?
-Tú no sabes absolutamente nada. Creí que eras mi amigo, a él no lo conocías antes de mí, ¿por qué estás de su lado?
-No estoy de su lado, Jeno -corrigió de inmediato-, simplemente no logro comprender lo que te ocurre y por qué tu ex fue ha estado siendo tan humillado por lo que has dicho.
-No dije mas que la verdad, y si tanto te importa, ve a defenderlo.
Así, Jeno dio por terminada la conversación, haciendo que su hombro chocara con el de Mark cuando le sacó la vuelta para avanzar de largo por el pasillo. No podía sacarse de la cabeza que nada de eso era culpa suya, que era mejor a seguir en una relación donde ya no había amor de su parte.
Afortunadamente, los rumores se calmaron muy pronto, porque así era como funcionaban. Podía decir que tenía una vida tranquila y le iba bien, ya que precisamente aquella persona que había robado su atención parecía estar interesado en él de igual manera, lo cual le hacía sentir satisfecho. Jungwoo era un lindo chico de humor brillante, un imán de miradas a donde quiera que fuese, y la de Jeno jamás fue la excepción. Le gustaba salir con él, cada día aprendía algo nuevo de su persona y era lo que le mantenía tan entusiasmado.
Sin embargo, de Jungwoo jamás recibió un guiño juguetón al intercambiar una broma, ni tampoco escuchaba grititos y risas desafinadas de su parte cuando se veía emocionado; Jungwoo tenía una preciosa sonrisa, pero no tan abierta y desvergonzada como a la que había estado tan acostumbrado. Se sintió extraño la primera vez que lo besó, como si le hubiera faltado una suavidad particular a los labios del mayor, aún si estos eran tan aterciopelados.
No se sentía igual.
No entendía que era lo que faltaba, o por qué buscaba ese tipo de cosas en una persona que creía que ya era perfecta tal cual. Cuando no lo notaba, se encontraba con un sentimiento de ausencia más y más grande que parecía no tener explicación, hasta que se dio cuenta de que estaba tratando de encontrar a una persona que ya no estaba a su lado en la que había elegido sobre él.
Jeno por sí solo comenzó a herirse, regresando a cada momento en su memoria que le traía la sensación de que tenía esos pequeños detalles de vuelta. La sonrisa de Jaemin no se había difuminado ni un poco en sus recuerdos, la sentía tan real y cercana que cuando volvía a la realidad, después de perder su vista en un punto cualquiera, un escalofrío lo recorría, haciéndolo sentir vulnerable.
Jaemin no sólo había sido su novio, sino que también era su mejor amigo, el más especial que pudo haber tenido. Cuando se enamoró de él decidió arriesgarlo todo y empeñarse en conquistar su corazón, llenarlo de amor, esperanza, planes, mismos que terminó tirando a la basura cuando sintió que la monotonía picaba por su piel cuando lo abrazaba. Jamás dijo nada, dejó que Jaemin creyera que todo estaba bien hasta que no pudo más y le confesó que el amor se había terminado, que necesitaba algo nuevo y que él no podría dárselo.
Para su mala suerte, también podía visualizar el momento exacto en que los ojos de Na se oscurecieron, completamente incrédulos, ofendidos, heridos. Este escupía preguntas furiosas, como por qué nunca pudo hablarle al respecto y cómo podía renunciar de esa manera a lo que habían construido. Odió la indiferencia con la que lo dejó ir, misma que terminó destruyendo a su entonces ex-pareja, al punto en que salió del departamento a punto de estallar en llanto, tan enojado como nunca lo había visto y lo peor de todo, profundamente decepcionado.
-No quiero volver a saber de ti, Jeno -fueron las últimas palabras que recibió de su parte, las últimas que mantuvo archivadas en su cabeza y que empezaron a repetirse una y otra vez.
En ese momento, comenzó a pensar en qué hubiera sucedido si no lo dejaba cruzar el marco de la puerta. ¿Qué hubiera sucedido si lo seguía y volvía a abrazarlo, pidiéndole otra oportunidad? ¿Y si decía que había sido una broma? ¿Y si tomaba su mano y le pedía hablar como debían haberlo hecho desde antes?
¿Qué sería de él en ese instante de haber sido así?
Sintió la necesidad de regresar en el tiempo y cambiar todo, deseó nunca haber dicho aquello o tener una última oportunidad de besarlo, de tenerlo entre sus brazos y decirle que fue lo mejor que pudo haberle pasado. Sin él, la vida era tan diferente, porque Jaemin le había dado un color característico, mismo que se llevó el día en que rompió su corazón, porque eso fue lo que había hecho. Porque era un idiota.
Al menos deseaba escucharlo maldecirlo con todo lo que se merecía, porque aquella vez, ni siquiera se atrevió a gritarle, por más dolido y enojado que lucía. Jaemin sólo se fue, tragándose todo el veneno y dejándose consumir por él, pero Jeno sólo se preguntaba por qué no lo insultó si realmente lo había merecido. Ya lo comprendía todo.
No sabía si hacer algo por recuperarlo, o seguir adelante, seguir con Jungwoo y crear una nueva historia, pero su corazón no estaba preparado para eso, no después de llegar a la conclusión de que aún nadie era para el lo que Jaemin había sido.
La respuesta llegó cuando de pronto, la escuela volvió a pasar entre cotilleos un nuevo rumor con el nombre de su ex, hablando de cómo había encontrado el amor una vez más en un estudiante varios años mayor a ellos. Habían tenido un par de citas, pero ahora podían verse caminando juntos por los corredores.
Por primera vez en mucho tiempo, Jeno volvió a buscar a Jaemin en la multitud y este de nuevo lucía su hermosa y expresiva sonrisa. Se hubiera enamorado de nuevo si realmente alguna vez dejó de amarlo, que ahora comprendía que no, pero era tarde porque la sonrisa no fue a su dirección, sino a la de Yoonoh, quien le miraba con tanta fascinación que sintió su sangre calentarse por un momento.
Pero finalmente, no le correspondía decir o hacer algo al respecto. No quedaba nada qué hacer mas que ser sincero con su corazón, con Jungwoo, y darse el tiempo suficiente para decidir qué era lo que quería.
No sabía que Jaemin había sentido sus ojos, y le había seguido con los suyos hasta que desapareció. Él, orgulloso de haber logrado superarlo, preguntándose cómo le había estado yendo en los últimos días junto a la persona por la que terminó su relación.

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Ex [NOMIN]
FanficDonde Jeno creyó dejar de amar a Jaemin. → One-shot. → Drama, angst. 20201108 © GAEGUREE