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Sus manos. Pequeñas en comparación a las suyas, pero con las venas marcándose a través de la delgada piel, había notado especialmente que cuando sus manos se hacían puño, éstas resaltaban con facilidad.

Sus ojos. Dos medias lunas de color chocolate, resplandecientes y cálidos como el mismo Sol. Coquetos con esas pestañas ligeramente largas que revoloteaban sin sentido a su alrededor, luciendo aún más cuando fruncía el ceño o cuando sonreía en grande.

Su hermosa frente. Desconocida para algunos, en absoluto para él no. Ligeramente tupida de marcas, producto de la varicela y algunos granitos de la pubertad; sinceramente, aquellas marcas eran lo de menos, a sus ojos sólo demostraban la verdadera belleza del joven Lan. Aunque para su compañero eran horribles, a él no le importaría besarlas una y otra vez para recordarle que eran hermosas.

Su flequillo. Aquel enemigo que le obstaculizaba el poder admirar el rostro de su amado por completo; también su amigo en ocasiones, admitía que sólo le hacía demostrar su verdadera personalidad, pues se veía más pícaro y travieso. Ayudaba a darse cuenta del parecido con su tío Jiang Cheng.

Sus labios pálidos. Eran de un color similar al melocotón, a veces tirando al rosado, pero eso sólo pasaba pocas veces. Aún así eran llamativos a sus ojos, almohadillas suaves (según su visión), delgadas pero ligeramente rellenas. Con un sabor a chocolate, ¿los había probado? No, pero podía deducirlo debido a que era el sabor favorito del contrario.

— A-Zhui — llamó nuevamente el Jin, sin éxito alguno.

—¡Lan SiZhui! — gritó una última vez Jin Ling, no sólo llamando la atención del nombrado, también la de sus amigos en su mesa y la de probablemente toda la población estudiantil en la cafetería.

— ¿Me llamabas, A-Ling? — dijo nervioso el mayor, despegando su vista del otro Lan en la mesa, quién hablaba animoso con Xue Yang mientras comía un chocolate que le había regalado anteriormente.

— ¿Cuánto más? — RuLan preguntó bajito sin que nadie más se diera cuenta, viendo con ojos comprensivos al hijo del tío Wei.

— ¿Ah? — cuestionó como respuesta el Lan, jugando con la pulsera en su muñeca.

—¿Cuánto más esperaras por decirle a Lan JingYi sobre tu enamoramiento? Por Xie Lian, se nota a millas que estás rendido por él — dijo, parando el movimiento de la mano de Lan sobre la pulsera, evitando tocarla.

— ¿Tanto así? — contestó preocupado.

— Sí. Bueno, no es como que nadie más que JingYi y tú no sepan de sus sentimientos. — sonrió con ligera burla, para después irse de la mano de ZiZhen, no sin antes haber golpeado el brazo de su amigo.

— A-Yuan,¡ podemos irnos a casa, los profesores tendrán junta por los que no habrán más clases! — festejó el Lan menor, olvidando por completo las reglas de la institución.

Lan SiZhui asintió ante la efusividad contraria recogiendo sus cosas y las de su enamorado mientras Lan JingYi limpiaba la mesa.

— ¿Ya? — preguntó el menor, ganando un asentimiento del contrario, por lo que tomó la mano de su amigo para poder llevarlo a la salida.

Ambos caminaban en dirección a la casa de Lan JingYi, la cual quedaba a una calle de la suya. No estaba lejana, pero le gustaba dejar al menor en el porche de su casa mientras Lan JingYi se sonrojaba con fuerza luego de besar su frente.

Lan SiZhui sonrió grande al darse cuenta de algo.

Sus pensamientos ya no le pertenecían. No. Todos ellos eran exclusivos y de propiedad total de Lan JingYi; no había día ni momento en el que el joven de actitud traviesa no apareciera en su mente.

Tampoco eran suyos sus horas, sus minutos y segundos. Estaban a completa dispocisión del hijo de su tío Jiang Cheng; él podía tomar posesión completa de ellos y jamás se molestaría.

Ya nada le pertenecía a él. Lan JingYi era total dueño suyo.

— ¿A-Yuan?

— ¿Sí, A-Yi?

— ¿Por qué sonríes como bobo? — Lan SiZhui sonrió ante la cuestión, tomando con cuidado de la pulsera compartida con su mejor amigo, acariciando los relieves de las nubes que estaban talladas sobre la pulsera azul.

— A-Yi, ¿puedo probar tus labios?

— ¿Ah- — Lan JingYi no fue capaz de seguir al ser interrumpido por los labios de Lan Yuan.

Ambos Lan gimieron ante el contacto. Mientras las manos de Lan SiZhui se unían en la cintura contraria, las de su compañero habían viajado al cuello de la camisa blanca, haciendo un puño con ella.

Lan SiZhui probó cada milímetro posible de los dulces labios sabor a chocolate, y Lan JingYi sonreía por las cosquillas causadas.

Ambos, recargados sobre el gran árbol del parque cercano a su vecindario, ocultos disfrutaban de un simple toque que hacía sentirse tan felices y llenos.

Ahora había otra cosa que pertenecía a Lan JingYi; los labios sabor miel de su, ahora, novio.

Ahora había otra cosa que pertenecía a Lan JingYi; los labios sabor miel de su, ahora, novio

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[Créditos del fan-art a su autor]

Nota:

Tanto Lan SiZhui como Lan JingYi son adoptados por el WangXian y el XiCheng, por lo tanto no hay incesto.

Para:

LanYun_16 y park-ness195 . Ambxs me pidieron un final feliz para A-Yi, y aquí les traje uno. Ojalá les haya gustado este pequeño drabble.❤️

Gracias a todxs por leer❤️

Not Mine [ZhuiYi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora