¿Y quién es Lucas? parte 1

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Hola a todos disculpen que esté demorando en actualizar, lo que sucede es que esta desquiciada que le ha dado vida a estos personajes va empezar a estudiar un postgrado, sorprendidos? quizás un poco jejejeje. Escribo para hacer higiene mental y para obligar a mis lectores a soñar conmigo... Ahora el capitulo de hoy es de los que llamo capítulo especial, es necesario conocer un poco a Lucas por que su rol en la novela es mas importante de lo que parece, sé que a muchos nos encanta su forma de ser, pero debemos conocerlo un poco más. Tengan paciencia, ya escribiré mas sobre nuestras 3 coronas y sus omegas. Mil besitos, gracias por pasar por aquí.

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Bajé las escaleras corriendo, estaba inmensamente feliz, en ese entonces tenía 15 años y era un lindo omega... Bueno sigo siendo lindo, pero con otro estilo, mi cabello pelirrojo contrastaba de forma interesante con mis ojos azules y el cuerpo se había vuelto torneado... Mientras corría divisaba a mi padre en el umbral de la sala mientras mi hermano me observaba serio desde el otro lado. Habían estado de viaje por mucho tiempo, casi dos años en que solo nos llamaban por teléfono y nos mantenía lejos de los "negocios" que tenía mi papá, que yo conocía bien, pero prefería ignorar.

- ¡Lu! - dijo mi madre mientras me veía pasar delante suyo y arrojarme a los brazos de papá, casi empujándola, felizmente mi padre estaba atento, porque si hubiera sido de otra forma, ambos hubiéramos caído al piso.

- Los extrañé - les dije con una sonrisa mientras mi padre me daba un beso y revoloteaba mi cabello y mi madre movía la cabeza la cabeza reprobando mi conducta alocada, ella me quería mucho pero mi papá me adoraba y yo a él.

- La luz de mis ojos - dijo alzándome en el aire Ricard Ford mi padre,  era un alfa inmenso de un metro noventa de estatura, con olor amaderado y mirada imponente que solía desvanecerse cuando se me encontraba conmigo que era claramente su debilidad, mi hermano Williams soñaba con ser igual a él, yo por mi lado era joven e irresponsable, un omega feliz que vivía sin preocupaciones.

- Estas más alto... Y tu olor muy rico - dijo mi madre, que me analizaba detenidamente. Yo sospecho que pensaba que había llegado a mayores con mi novia una alfa de una buena familia, hermosa en todo el sentido de la palabra, pero dominante, arrogante y mandona, ella era mayor que yo y aunque no solía disimular que tenía deseos por mí, yo no cedía ni un centímetro, yo era alegre, soñador y virgen, en ese momento muy virgen.

- Mamá, el que está alto es William – comenté yo y ambos padres voltearon buscando con la mirada a su hijo mayor

- Hijo ¿cómo estás? - le preguntó ella con una sonrisa, acariciándole el rostro, Williams se acercó y les dio la mano con la misma formalidad con la que se saluda a un superior. En mi familia la formación de los alfa era muy dura y así habían sido mis padres con mi hermano... Quien a veces me confesaba todo lo inseguro que se sentía ante la presión que sentía de exigirse más, de ser el mejor y se los suficientemente rudo. La otra cara de la moneda era las normas no eran rígidas para mí, porque yo no heredaría el control de los "negocios" Ford y la verdad que estaba agradecido de que así fuera, tenía algunos amigos pero mi padre jamás me dejaba a solas con nadie, tenía "una sombra" así llamaba mi padre a los de su seguridad, que no me dejaba nunca y ahora que me había visto más grande, con el cuerpo más desarrollado y con estas caderas que no me dejan vestirme como quisiera me cuidaban mucho más.

Cuando lo vi el tiempo se detuvo, me ruborice y simplemente decidí retirarme a mi habitación, no podía con su olor y su presencia, mi hermano se dio cuenta y estuvo a punto de gruñir, mi padre que siempre estaba satisfecho por mantener todo bajo control pensó que esta situación sería una tontería momentánea, pero no lo fue. Junto con él mi padre había traído a su nuevo asistente Tristán, quien estaba vestido formalmente y había clavado su mirada en mí a pesar de ser mayor que yo unos 10 años o quizás más. Toda mi alegría de ver a mis padres se esfuó ante la sensación tan rara y el mareo que me provocaba el olor de ese alfa. Me sentía incómodo y evité salir incluso de mi habitación por un par de días. Hasta que lo inevitable un día ocurrió.

Los Tres Reyes : DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora