Abused ─ taekook

ℭ𝔞𝔭𝔦́𝔱𝔲𝔩𝔬 𝔳𝔢𝔦𝔫𝔱𝔦𝔬𝔠𝔥𝔬.

Feliz san Valentín (atrasado por 1 día jsjs) Hoy no hay dedicación por lo mismo, porque es para todos los lectores. Aunque si me gustaría que a la autora le dejaran un mensajito, aunque no entiendan el inglés, sería bonito que ella sepa que ustedes aman y leen su historia. 

Ya por fin saldremos de esta parte y sabremos más acerca del padrastro de Tae. 

Previamente...

Después de intentar despejar su mente de todos estos pensamientos, Jungkook cogió una manta y se fue a la sala.

Pensó que dejar a Taehyung solo probablemente no sería la mejor idea, ya que lo más probable es que el chico quisiera una fuente de confort en su estado, pero no quería compartir la cama con el otro porque no estaba seguro de si el el pequeño estaría bien o cómodo con ello.

Así que decidió dormir en el sofá.

La mañana pasó muy rápido. Jungkook fue el primero en despertarse; se levantó y decidió hacer el desayuno para el chico y para él mismo.

Mientras cocinaba, los recuerdos de la noche anterior empezaron a inundarlo. La culpa comenzó a comerlo vivo. ¿Por qué siempre tenía que desquitarse contra el menor? ¿Por qué no podía controlar su ira? ¿Por qué siempre tenía que acabar gritándole en la cara?

Todo el mundo le decía claramente que no fuera tan duro con el chico. Su estado era muy frágil. Sin embargo, ¿qué eligió hacer? Hizo algo que se le dijo específicamente que no hiciera. Que fue todo el asunto del interrogatorio. No sólo lo cuestionó sino que también le gritó.

Jungkook estaba molesto consigo mismo. También estaba muy frustrado. Realmente siente que merece respuestas. Esto realmente no era justo para él. Cada vez que intentaba preguntar algo, no recibía respuestas.

Salió de sus pensamientos cuando escuchó los gemidos de Taehyung.

De inmediato dejó todo y fue a sentarse junto al chico. Comenzó a acariciar su pelo mientras le susurraba cosas dulces, esperando que eso ayudara a calmarlo.

Pero en lugar de lo que esperaba, se encontró con que los hombros del chico más joven temblaban mientras lloraba en silencio.

Jungkook inmediatamente comenzó a entrar en pánico.

"¡Mierda! ¿He hecho algo mal?"

Pero lo que no sabía era que Taehyung estaba llorando por una razón totalmente diferente.

Las caricias en el pelo y los dulces susurros eran su debilidad , ya que le recordaban a su madre. Cada vez que se enfadaba por algo, sobre todo cuando su padre había muerto, su madre siempre le acercaba a su regazo mientras le acariciaba el pelo y le susurraba las palabras más dulces que nunca fallaban para calmarle.

No estaba acostumbrado a esas acciones tan dulces. Hacía tiempo que nadie le mostraba esas muestras de afecto, ya que lo único que recibió casi la mitad de su vida fueron golpes e insultos.

Así que las acciones de Jungkook le resultaron muy nostálgicas y le hicieron emocionarse. No pudo contenerlo.

Por otro lado, el chico mayor no sabía qué hacer. Pero entonces decidió jalar del más pequeño en un abrazo mientras lo mecía lentamente de un lado a otro.

Después de unos minutos, parecía que estaba funcionando, ya que empezó a calmarse; sin embargo, Jungkook seguía confundido. ¿Qué le hizo llorar? Bueno, esa es una pregunta estúpida teniendo en cuenta todo lo que había pasado hace un par de horas.

Decidió distraerlo. Quería que se olvidara de las cosas que le preocupaban al menos por un rato.

"Oye Tae, ¿qué tal si desayunamos? Estaba preparando unos panqueques. ¿Quieres ayudarme? Será divertido".

"¿Panqueques?", dijo con voz diminuta.

"¡Sí! No me digas que no los has probado antes... ¡no hay manera! De todos modos, aunque sea la primera vez que las pruebas, ¡estoy seguro de que te gustarán! Si tienes suficiente energía, ¡puedes ayudarme!"

"O-ok"

"Ese maldito bastardo... tráelo a mi oficina AHORA MISMO"

"Sí, señor"

150221

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