Nuestra historia de Amor

Cap. 29. La verdad

Inuyasha había recibido los resultados de los exámenes que le practicaron, y efectivamente tenia un maltrato en la nuca producto de un golpe y droga en su sistema, consiguió que le medico se lo certificara para usarlo como prueba ante Kagome y para que cuando encontrara al culpable hacerlo pagar, ahora tenia un plan, buscar a Abi y hacerla confesar la verdad, no podía creer que haber salido una vez con ella iba a ocasionarle tanto problema, siempre fue claro, pero todo lo que hacemos tiene consecuencias, haber sido un idiota por algún tiempo le costaba la relación con Kagome pero eso no lo iba a permitir, ella era todo para el y si después de eso ella aun determinaba no quererlo en su vida ya no tendría más remedio que aceptarlo, debía buscar a Abi, sabia que estudiaba con las amigas de Kagome así que debería estar por esa facultad.

Abi: Kikyo no quiero ser mas parte de esto, le diré a Inuyasha, esa chica se fue lo dejó yo me siento terrible nunca quise hacerle algo así, Inuyasha también se ha visto muy mal, aunque lo veo de lejos, me escondo. No quiero darle la oportunidad de estar cerca. ¿ Qué voy a hacer? ya quiero que se acabe el semestre, para dejar de huirle, si me enfrenta no sé qué decir.

Kikyo: Deja de ser tan llorona, Inuyasha no te hará nada, solo le estoy dando un poco de tiempo para buscarlo y consolarlo por la pérdida de su amada noviecita, y tú no le dirás nada, no estudian lo mismo, no tienen por qué encontrarse, además, si sucede y te pregunta, solo dile que él te llamó y pidió que se encontraran en ese hotel, y las fotos eran fetiches que se salieron de control.

Abi: Como puedes ser tan fría Kikyo? no sientes nada por el , no lo quieres para destrozar así una relación, solo es tu satisfacción de haberlos dañado, no puedo creer que me haya prestado para este juego.

No sabían que Eri y Ayumi habían escuchado la conversación y se les ocurrió grabarlas, de momento se lo enviarían a Kagome. La pobre se había ido por el engaño de Inuyasha y todo había sido una trampa.

Kikyo: Pues no le dirás nada si no quieres vivir con las consecuencias de eso, tú eres la única en las fotos, él no sabe que somos primas y no creo que llegue a considerar que tramáramos algo como eso, y esa ilusa que cayó en este juego, por haberme humillado y él por haberme dejado.

Abi: No diré nada por mi voluntad, pero si me veo acorralada no caeré sola. Kikyo, te lo advierto, fue tu idea, tus acciones, Se suponía que eras tu la que ibas a estar en ese hotel pero no, allá se te ocurrió que las fotos debían ser conmigo, hasta yo caí en tu trampa, solo espero no tener que cruzarme contigo nunca mas.

Kikyo: Solo que no se te vaya la lengua con nadie y estarás segura de que no te sucederá nada.

Ambas se fueron y Eri y Ayumi revisaron que todo había quedado grabado, se lo enviaron a Kagome y Sango, esperaban que sirviera de algo y ayudar a su amiga a recuperar su relación.

Al Sango recibirlo no lo podía creer, esperaba poder encontrarse con Kag y mostrárselo, de igual forma se lo envió a Inuyasha y lo llamó, era hora de que las cosas entre ellos se arreglaran.

Sango: Inuyasha, te acabo de enviar un video que Eri y Ayumi hicieron de Abi y Kikyo. Todo fue una trampa de ellas para separarlos. Ellas accidentalmente escucharon la conversación y decidieron grabarla, me lo han enviado. Por lo que se ve, Abi le dice a Kikyo que te huye y que si la acorralan hablará. Busca a Miroku y entre los dos acorrálenla, que hable y la graban. Cuando lo tengas, te diré dónde encontrar a Kag.

Inuyasha: Muchas gracias, Sango, no podría pagarte este nunca tu apoyo, buscaré a Miroku y desenredaremos esto tengo que recuperar a Kag y apenas lo haga le pediré que se case conmigo, la quiero para el resto de mi vida con ella, no puedo estar lejos.

Sango: Por ahora arregla esto Inuyasha y después tendrás tiempo de proponerle cualquier locura.

Inuyasha: Está bien, espero que todo salga bien, buscaré a Miroku y organizaré todo, Kikyo la va a pagar por haberme hecho eso, por haberme drogado, no sé qué tiene en la mente, No puedo creer lo ciego que estuve hace un tiempo cuando creí quererla.