Parte única

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Lee Minho es todo un ejemplo a seguir sobre lo que es bueno en la vida, sin embargo, todos tienen sus secretos y él no es la excepción.

Lee Minho era un hombre sumamente amable, inteligente y atractivo. Una combinación perfecta y poco común que definitivamente, no se podía pasar por alto ante los ojos curiosos de Hwang HyunJin ni los de cualquier otro estudiante. Un ejemplo a seguir por donde sea que se le mirase, graduado de la mejor Universidad del país, respetuoso incluso con los propios alumnos y lleno de valores intactos que cualquiera desearía tener tan naturalmente.

El muchacho entonces, no tan secretamente, lo admiraba, casi como cualquier otra persona dentro de esa institución o incluso más que todos ellos juntos. Pero también, a sus cortos dieciocho años, sentía que había algo más detrás de toda aquella apariencia tan perfectamente pulcra, limpia y buena; y no, no lo afirmaba por conclusiones vagas o rumores en boca de otros jóvenes o profesores, sino por las varias experiencias vividas en piel propia.

El profesor Lee siempre lo miró de una manera bastante peculiar, de una forma que hacía a su piel erizar y a sus piernas temblar inconscientemente. Era extraño, contradictorio a la imagen general que todos tenían del hombre ligeramente mayor, porque por supuesto, nadie esperaría que alguien tan sano y puro pudiese penetrar tan a fondo con una sola mirada, provocándole a un simple e indefenso alumno, una insana pero ya muy conocida incomodidad que se apoderaba del pecho y el resto de su cuerpo.

Era algo que un muchacho como él definitivamente no podría describir con tan solo palabras, y sin embargo, ahí estaba, de pie frente a todos en el aula y a punto de realizar una presentación para la cual no se sentía verdaderamente preparado. Y no es que HyunJin no hubiese repasado exactamente lo que debía decir -cerca de diez veces- la noche anterior, solo era que seguía sin acostumbrarse del todo a la nueva expresión de su profesor de literatura, sentado en primera fila y con aquella peculiar sonrisa ligera que le hacía sentir en otro mundo, esa que le dedicaba únicamente a él.

Tampoco era que HyunJin le hubiese estado observando lo suficiente como para asegurarse de que no mirase a otros alumnos de la misma forma, por supuesto.

Su corazón latiendo fuertemente y sus mejillas acaloradas, además de su cuerpo tembloroso una vez más, fueron la señal de aquel error cometido al cruzar miradas con el hombre mayor de nuevo, quien finalmente y luego de silenciar a los otros estudiantes, le daba la palabra para comenzar con la dichosa exposición.

—Profesor —soltó repentinamente el rubio, sin embargo, cuando la presión fue tanta que el habitual mareo se hizo presente; con la cabeza gacha y expresión de culpa—, no me siento bien...

Tanto el hombre mayor en el aula como los demás alumnos guardaron un abrupto silencio. Sabían que, a pesar de todo, Lee Minho era también conocido por ser bastante estricto en cuanto a sus exigencias y HyunJin se estaba arriesgando demasiado al solo rogar por un poco de su compasión, sin embargo, tampoco es que estuviese mintiendo; el hombre le ponía mal en el sentido más literal de la palabra, aunque suponía esto se debía a no querer decepcionarle nunca, de ninguna manera. Nunca como lo estaba haciendo justo en ese instante.

Mordió su labio inferior, sintiendo vergüenza de sí mismo en cuanto los abrumadores pensamientos le atacaron de golpe.

—Yo...

—Ve a la enfermería —cortó el mayor finalmente y el rubio alzó la vista con sorpresa, notando que ahí estaba de nuevo. La misma sonrisa ladina, los ojos de apariencia felina, expresivos, profundos y embriagantes—, ya veremos qué hacer con su caso, señorito Hwang. Puede pasar por mi oficina hoy luego de clases para que hablemos sobre la resolución del tema.

My hot teacher┇ MinHyun/HyunKnowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora