Era de noche, estaba oscuro afuera y hacía un poco de frío. Excepto en el minisuper que estaba en una esquina entre el cruce de dos calles.
El lugar estaba abierto, por las bocinas del local se escuchaba canciones tranquilas, y el único empleado que se encontraba ahí sílaba distraídamente mientras miraba su teléfono.
La rutina tranquila y simple de todas las noches, con algún cliente que llegaba de vez en cuando. Nada raro pasaba nunca en ese lugar y Jungkook pasaba aburrido esperando a que terminará su turno para ir a dormir a casa.
Lastima que tenía que esperar hasta las 2:00 am para eso y apenas eran las 11:37 pm
Suspiro aburrido y se recostó en el mostrador, apoyando el pecho en el mueble y estirando los brazos perezosamente, un largo bostezo abandono su organismo y un par de pequeñas lágrimas se acumularon en sus ojos.
Estaba decidido a cerrar sus ojos, sólo iba a ser por un par de minutos, nada malo podía pasar.
Justo en ese momento el sonido que la puerta de la tienda hacía cuando alguien entraba llamó su atención.
Se enderezó lo más rápido que pudo y miró a la persona que acababa de ingresar al local.
Era un chico de piel palida, con ropa oscura y una capucha sobre su cabeza. Jungkook lo analizó un poco, pero terminó perdiendo el interés por el chico y desbloqueo su teléfono buscando alguna forma de que él sueño abandonará su cuerpo.
Solo un par de segundos después una lata de jugo de mandarina fue puesta con fuerza sobre el mostrador. Jungkook salto un poco debido al susto, miró el objeto y luego al chico encapuchado frente a él.
Sin decir palabra alguna tomó la lata de jugo y la escaneo.
—Son ₩5000
—Oh claro.
El chico rebusco algo en sus bolsillos y Jungkook ya estaba abriendo la caja registradora para guardar el dinero, más cuando volvió a levantar la mirada el chico encapuchado estaba apuntando a su dirección con una navaja.
¿Que rayos?
—Sería todo el dinero de la caja.
—¿Que...?
—Ya me escuchaste.
El chico encapuchado se acercó amenazante a Jungkook, con un movimiento rápido, debido a sus reflejos, el más alto lo tomó de la muñeca y de un momento a otro comenzaron a forcejear.
—¡Sueltame!
—Estas loco si piensas que lo haré, ¡me vas a matar!
—¡No quiero matar a nadie, solo quiero el dinero!
Entre tanto forcejeo el chico encapuchado dejó caer la navaja para tratar de soltarse del agarre del contrario, no quería herir a nadie solo quería conseguir el dinero y largarse, pero Jungkook no se la estaba dejando fácil.
En cambio Jungkook estaba quizá apuntó de entrar en crisis.
Estoy forsejeando con un criminal. ¡Mi vida corre peligro! Tengo que inmovilizarlo de alguna forma, ¿como dejas a alguien inmóvil?
La situación no era muy prometedora, Jungkook podría haberlo inmovilizado más fácilmente si no fuera por el mostrador que se interponia entre ellos.
Miró al ladrón frente a él, noto que la capucha ya no cubría su cabeza, quiza entre tanto forcejeo entre ambos se cayó, ahora su rostro estaba descubierto.
Jungkook no iba a negar que se veía atractivo, pero no era momento de pensar en ese tipo de cosas.
Una idea atravezo su mente y aunque posiblemente se arrepentirá después al menos le iba servir como distracción y así poder huir, ¿no?
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By A Stollen Kiss ||Yoonkook|| *TS*
FanfictionEra un día normal y corriente en el minisuper donde Jungkook trabajaba en su turno nocturno cuando un ladrón entra dispuesto a robar aquel lugar. Y Jungkook sin pensarlo mucho lo inmoviliza de la mejor manera que se le pudo ocurrir, con un beso.