RECUPERANDO LO PERDIDO

CAPÍTULO 2 - CELEBRACIÓN

Sakura se había vuelto una mujer independiente muy rápido, señal de ello era que llevaba viviendo sola por dos años en Tokio. Tomoyo había creado un espacio donde convergían departamentos, salones, espacios de entrenamiento, laboratorios, salas de medicina y almacenes y más. Un edificio ubicado a las afueras de Tokio, o lo que quedaba de la ciudad. El Centro de Asuntos Mágicos de Japón (CAMJ). Sakura, Li y ella habían decidido que era mejor vivir ahí para estar más cerca de la información y reaccionar a tiempo en caso de alguna emergencia.

Aunque esa noche tenía a Sakura un poco nerviosa. Ella, una experimentada hechicera y kunoichi se enfrentaba a una de sus batallas más importantes. Estaba sentada frente al espejo tratando de arreglarse para la celebración de esa noche. Aún recordaba las palabras de Tomoyo:

—¡Sakura y Li son muchos años de búsqueda, las personas deben saber que hay un cambio importante! —expresó la joven empresaria con las manos en la cintura.

—Pero una celebración por esto me parece excesivo —comentó la joven.

—Al contrario, es el momento perfecto para subir los ánimos, hacerle ver a las personas que están luchando con nosotros que ahora sí estamos en el comienzo del fin, de recuperar nuestras vidas. Por lo que no quiero más "peros", vamos a festejar a lo grande.

La "gran celebración" era la que la tenía, así, estresada, sin saber cómo maquillarse. Nunca lo había hecho, tenía miedo de parecer un payaso o peor una pro... De pronto tocaron a la puerta.

—Adelante —dijo la joven kunoichi mientras tomaba un peine para acomodar un mechón de cabello que se negaba a quedarse quieto.

—¿Estás lista Sakura? —Se escuchó la voz de Tomoyo mientras abría la puerta.

—No sé qué hacer exactamente con el maquillaje, nunca lo he usado y no quiero parecer un bufón, creo que mejor no me pondré nada —comentó con determinación dejando el peine sobre la pequeña mesa que usaba como tocador.

—De eso ni hablar, si me permites yo puedo hacerlo por ti, no necesitas mucho maquillaje y me enfocaré en que tus ojos resalten ¿cómo ves? ¿Me permites? —preguntó mirando su reflejo.

Ella lo pensó un momento para después asentir.

Tomoyo le pidió que le diera la espalda al espejo, jaló una silla y se sentó frente a ella. Mientras pasaba el tiempo entre base, rubor, sombra, labial y más, ambas comenzaron a sentirse extrañas, anhelantes, como si estar así, juntas fuera algo especial.

—¡Estás lista! Y te ves... —pensó en divina, pero mejor parafraseo —Muy bella.

—¿Tú crees? —Sakura se dio la vuelta para verse al espejo quedando sorprendida ante el reflejo de sí misma, se veía diferente. Sus ojos parecían más grandes, el maquillaje no estaba cargado, era muy natural. Además, los colores de sombra para ojos que eligió su prima combinaban con el traje que ella misma le insistió usará. Por un momento se quedó perdida en sus pensamientos ¿sería demasiado? ¿tal vez usar algo más acorde a su vestimenta diaria era mejor? pero Tomoyo la sacó de sus cavilaciones.

—Li ya estaba abajo, con los soldados, médicos, ingenieros, maestros y todos los que forman parte del CAMJ. Será mejor no hacerlos esperar más ¡Vamos! —Se levantó de la silla y apresuró a la hechicera.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

Kerberos estaba sentado sobre un pequeño pedestal al borde de la mesa principal, comía con mucha rapidez todo lo que se le ofrecía.

El ambiente era festivo dentro del gran salón principal. No era un recinto lujoso, al contrario, era un espacio de entrenamiento que había sido acondicionado con mesas, sillas y un pequeño escenario con sonido. Tenía varias ventanas pequeñas ubicadas en lo alto y contaba con dos entradas a los costados. El lugar estaba lleno de invitados sentados en mesas tipo tablón para diez personas. Todos brindaban, platicaban, bromeaban etc.