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- Entonces empujé su cabeza contra la mesa y rompí su nariz

Parpadea en la oscuridad de su cuarto ante la palabra de su pequeña pareja, que de alguna manera, sonaba orgulloso de su mismo.

- Eso no está bien, bebé

- Él me empujo primero!

- Aún asi, bebé, no está bien golpear a otro solo porque te golpearon

Se muerde los labios para no reír cuándo escucha a su pequeño mundo comenzar a darle excusas y refunfuñar.

Por lo que había entendido de todo el balbuceó rápido y mezclado de su pareja, un niño lo había empujado haciéndolo caer cuándo estaba en el receso entonces él espero que la maestra se girará para golpear la cabeza del niño hasta que dió contra la mesa, Mark le dijo que se había asustado cuándo vió sangre pero después cuándo la maestra le informo que la nariz del otro mocosito estaba rota se le pasó todo.

- Malito

Levanta una ceja cuándo escucha a Mark y se acomoda un poco en la cama abrazando la almohada que era casi de su tamaño.

- Quieres que ya no te llamé?

- Nai nai.. Gaga no malito

Sacude la cabeza intuyendo el puchero que su pequeña pareja debía estar haciendo. Mark había aprendido que cuándo le decía "Malito" lo convencía de todo lo que quisiera, hacia una semana lo convenció de ir por pizza y al parque así que faltaron a sus respectivas clases ganándose un buen castigo.

Pero es que ni lo entendían! No podía hacer nada cuándo Mark le hacía pucheros y le decía "Gaga, pofi" con esa vocecita..

- Oye, bebé.. Te estás durmiendo?

- Nai nai

- Tengo algo importante que decirte, tengo que viajar a China por un tiempo

Se queda en silencio esperando que su pequeña pareja reaccione. No quería irse por, probablemente, dos o tres meses y estar tanto tiempo sin su pequeña pareja pero su padre había encontrado algo de información sobre sus padres biológicos además de que lo había aceptado para un curso de baile que sería bueno para él.

- Solito?

- Lo siento, bebé

Antes de que pueda seguir hablando su pequeña pareja le cortó la llamada dejando en evidencia su enojo. Cierra los ojos dejando su celular bajo la almohada con un suspiro pesado, su pequeña pareja ni siquiera tenia diez años y ya tenia un carácter de cuidado.

-

- Me vas a abrir la puerta?

- No! ERES MALITO! VAS A DEJARME SÓLITO

Suspira cuando algo golpea la puerta roja que llevaba al cuarto de su pequeña pareja y mira a su Hyung que se alejaba tosiendo para cubrir su risa.

- Gracias por la ayuda, Hyung

Refunfuña abrazando la caja con una mano para poder volver a golpear la puerta.

- Enano, tengo un regalo para ti.. Quiero verte

No podía creer que a sus 16 años estaba de pie haciéndole pucheros a una puerta cerrada e intentando convencer a un niño de 7 años para que lo dejara verlo.

Mark se había negado a hablar con él por cuatro días, al primer día había tenido una idea y había hablado con los padres de su pequeña pareja que aceptaron su idea siempre y cuando él ayudara cuando fuera necesario.

Habia pasado tres días en búsqueda del perrito perfecto para regalarle a su pequeña bola de fuego antes de irse por un tiempo indefinido.

- Regalo?

Abre los ojos al mismo tiempo que baja la cabeza para ver a Mark que había asomado su cabecita mirándolo entre enojado y curioso por partes iguales pero cuando la caja entre sus brazos se movió, los oscuros y grandes ojos de su omega se abrieron llenándose de brillo.

- Vas a perdonarme?

- Regalo primero

- Pequeña bola de fuego, vas a matarme

Refunfuña sentándose en el suelo, con suavidad deja la caja al alcance de Mark que se apresura a abrirla, su boquita se abrió en una O perfecta mientras sacaba la pequeña cachorrita que había adoptado en nombre del Omega.

- ES HERMOSO!

Atrapa a Mark antes de que sacuda a la cachorra y lo atrae a su regazo enseñándole como sostener a la pequeña bola de pelos que se estira abriendo sus ojitos que parecían botones negros.

- Es una niña.. Puedes ponerle el nombre que quieras

De su bolsillo saca un collar rojo y negro que le da a Mark, en la placa que colgaba del collar uno de los lados tenia los datos de la casa de su pareja y la de su casa mientras que el otro estaba vació para cuando Mark decidiera el nombre que quería.

- Te perdono... MAMI TENGO UN BEBECITO!

Se queda quieto sosteniéndose la mejilla cuando Mark deja un beso en su mejilla antes de salir corriendo con la perrita entre sus brazos, aferrada de forma segura y protectora. Algún día los gritos raros de su pareja iban a causarle muchísimos problemas si no tenia cuidado.

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