7 ᴍɪɴᴜᴛᴇꜱ || ᴇʀᴇɴ x ʟᴇᴄᴛᴏʀᴀ [ᴛʀᴀᴅᴜᴄɪᴅᴏ ᴀʟ ᴇꜱᴘᴀÑᴏʟ]

ᴄᴀᴘÍᴛᴜʟᴏ 3: "ɢᴏʟᴘᴇᴀ ᴅɪꜰᴇʀᴇɴᴛᴇ."

Resumen:

Me gustaste desde el principio incluso si no eras mía.

Notas:

Cuando vea *, debe reproducir las siguientes canciones para obtener una experiencia de lectura óptima:

1. Fácil: Dani Leigh
2. RCP: Summer Walker
3. Golpea diferente: SZA

Habían pasado dos días y todavía no te habías contactado con Eren.

No fue porque fueras tímida. Apenas. No fue ciencia de cohetes darse cuenta de que Eren probablemente quería volver a engancharse contigo, y no estabas en contra de la idea de ninguna manera. Lo que no pudiste imaginar fue qué esperar.

¿Se suponía que iba a ser algo único? ¿Quería ser amigo con beneficios? Si accedió a eso con él, ¿qué debería esperar entonces?

Rodaste los ojos ante los pensamientos y te dejaste caer de nuevo en tu cama con un ruido sordo.

Habías estado en la cama la mayor parte del día, ya que era domingo, pero incluso ese no era el alivio que esperabas. Los domingos nunca fueron los fines de semana "relajantes" que la gente pensaba que eran, especialmente no para ti. Todo lo que significó para ti fue la espera de otra larga semana. Otra larga semana de clases. Más asignaciones. Pruebas de lenguaje y repita.

En verdad, necesitabas relajarte. Relajarte de verdad. Y se te escapaba una bocanada de aire cuanto más pensabas en ello.

No estabas segura de saber cómo relajarte. No estabas tensa...pero raras veces soltaste tus inhibiciones tan fácilmente como lo hicieron todos los que te rodeaban. Además, la última vez que te soltaste y te dejaste ir...terminaste en el armario con Eren. Y sabías cómo estaba resultando eso.

Aun así, suspiraste al pensar en él. Podrías imaginárselo con claridad en tu mente. La forma en que inclinaba la cabeza hacia un lado cuando te hacía preguntas. El embriagador aroma de él. Todo sobre él.

Era una tontería la atracción magnética que ejercía sobre ti.

Cerrando los ojos con frustración ahora, gemiste.

No necesitas pensar más en esto o pensar en Eren tampoco.

Lo que necesitaba era una segunda opinión.

Ojalá regresara Hitch, pensaste.

"Oye, hola," la puerta se abrió con un golpe sordo y desagradable, haciéndote sentarte con la espalda recta.

"¡Hitch! Pensé que estarías con Jean todo el fin de semana."

Ella se rió de esto y comenzó a quitarse toda la ropa, buscando su albornoz en el proceso. Por el momento, su lado del dormitorio no era más que un montón de ropa junto con otras cosas, así que te sorprendió verla encontrar su ropa con facilidad. Al menos lo mantuvo alejado de tu parte de la habitación.

"Recogí un turno en el trabajo esta noche. Tengo que conseguir ese dinero, cariño", le guiñó un ojo, frotándose los dedos. "¿Qué te pasa? No te he visto en una eternidad."

Eso era cierto.

Entre clases, si trabaja o no está en el dormitorio, la última vez que pasaste tiempo con Hitch fue cuando las dos fueron a la fiesta juntas. Ella pasó la noche en la casa de la fraternidad y tú regresaste a los dormitorios por tu cuenta. Entre eso, ustedes dos se vieron aquí y allá. Te las arreglaste para dejar escapar que te enganchabas con alguien, pero nunca tuviste la oportunidad de contarle más o con quién estabas. A pesar de eso, ella estaba inmensamente feliz por ti. Te reíste al recordar que te dio un beso en la mejilla por la noticia, diciendo con orgullo: "Esa es mi chica". Si alguien podía aconsejarle sobre esto, era ella.