Tengo miedo.
Tengo miedo de muchas cosas.
Tengo miedo de mi mamá.
Tengo miedo de escribir esto.
Tengo miedo de quien vaya a leerlo. Y aunque sea algo anónimo, tengo miedo de lo que piensen los demás de mi. Pero, no es el miedo el primer sentimiento que existió sobre la faz de la tierra? entonces surgió la curiosidad, entonces, el conocimiento.
Y es eso exactamente lo que estoy buscando, conocerme a mi misma.Mi cabeza es como un laberinto enorme, sin entrada ni salida. A menos que acuda a métodos autodestructivos, que me llevan a un pasillo engañoso con un cartel motivacional haciéndome creer que por fin todo acabo y no tengo que sufrir dando vueltas en el mismo lugar.
Pero solo estaba merodeando en el interior de las murallas. Y sin previo aviso me echan a golpes y patadas, como si hubiese algo, algún sentimiento de satisfacción completa que no quieren que yo sienta; porque no lo merezco, o eso me hicieron creer desde que tengo conciencia.
Aunque no siempre es así. Hay veces que simplemente dejo que el dolor recorra mi cuerpo porque me siento culpable de ser una persona horrible e imposible de amar, por más que se perfectamente que lo que soy no es mi culpa. Si, me hago responsable de mis acciones y sentimientos, pero jamás pedí ser criada ni volverme en la persona que soy.Y no tengo esperanzas de que algún día eso cambie. Me siento atrapada, en mi propia casa, en mi propia jaula mental, donde me atormentan cada vez que tienen la oportunidad de hablarme, por eso me refugio en mi habitación evitandoles la oportunidad. Es insoportable el sentimiento de desesperanza, desesperación y angustia al mismo tiempo, sintiendo que jamás voy a salir de ahí y nada va a resolverse, que la única salida que tengo es acabar con mi vida o con la de alguien más para librarme de todo lo que me tiene mal desde hace años.
Se que no soy la única persona en el mundo que debe sentirse así, pero eso no me da paz, porque se que a personas como yo les cuesta mucho expresarse al ser oprimidos en cuanto a sus sentimientos y pensamientos por su propio entorno.
¿Algún día podré experimentar la paz efímera?