Capitulo 1

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A penas y pude dormir, fue una mala noche, estoy muy extraña lo sé, tal vez por el periodo. Hace mucho que esto no me pasaba.

Pero nada va a detenerme, hoy es un gran día para mi y Annete. Es la prueba para nuestros vestidos. ¿Ya les dije? Casi cumplimos 16, y hemos soñado con esta fiesta desde los 14, estoy muy ansiosa, mi vestido sera rosa pastel, porque dice Bryan que combina con mis ojos y el de Annete será Azul porque combina con su tono de piel. 

A penas y puedo creerlo, estamos a unas semanas de la fiesta, y ya están hablando de ella en todos los rincones de la escuela. 

-¡Hija Annete esta aquí! -

-Dile que suba mamá

. . .

-Hola Ann, por fin es el gran día

-Caro, ¿cómo estas?, lo sé, por fin- 

-¿qué tienes?- estas muy rara

-Oh no, no pasa nada, quizá sean los nervios, pero mejor apresúrate o llegaremos tarde al colegio. 

Claro que que tenía algo, pero preguntarle sería ponerla  enfadada, la verdad es que aunque somos amigas no platicamos más que de temas sociales o de interés mutuo, nunca personales, no tengo idea de porque si se supone somos amigas, Annete es muy linda, y haberme hecho su amiga fue lo mejor que pudo pasarme, la verdad es que siempre he sido una chica no muy agraciada, y en la secundaria ella fue como mi salvación. 

Comenzó a hablarme gracias a un trabajo que debimos hacer en equipo, y digo debimos porque para ser realistas yo escribía e investigaba mientras ella solo estaba sentada en la ventana pintando las uñas de sus pies. Pero hacer un trabajo con Annete Hoffman era ya un privilegio, la secundaria fue dura, hasta que comencé a comer mi sandwich en la misma mesa de Ann y recorrer los pasillos de la escuela a su lado. En poco tiempo nos volvimos inseparables.

¿qué puedo decirles? Recuerdo aquella vez que unos chicos estaban molestándome, y es que a decir verdad estaba algo "marranita". Annete llego y con ese movimiento extraño de cabello que siempre hace los callo, les dijo que me dejaran en paz si no querían meterse en problemas, y vamos tener a Annete de amiga es genial pero créanme que nadie quería ganársela de enemiga, las personas siempre están hablando de ella. Verla aquí sentada en mi cama y oírla hablar de lo que esta en tendencia ya no es raro para mi, pero lo fue, la verdad es que le debo mucho, me ayudo a cambiar, a llegar hasta donde estoy, a que ya nadie se riera de mi, es simplemente increíble, aun no se como pagarselo.

-Caroll ¿nos vamos nena? 

-Si Ann.




En tú nombre, y el de mi cuerpo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora