👨‍🌾ONE👽

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Los destellos azulados, se reflejaban en el cielo, miró aquella vista maravillosa con aire melancólico, mientras se encontraba en aquel cañón, bebía largos sorbos de su cerveza, convencido de que esa noche quería emborracharse hasta no saber nada de si, nadie lo notaría, no estaría aquella voz que le decía que estaba haciendo algo mal, que no era bueno para la salud, bla, bla, bla. Patrañas.

No había pasado mucho desde que llegó a ese lugar, al menos un año y medio, al principio estaba perdido, la tranquilidad y el silencio le abrumaban de una manera apabullante, pero con el tiempo aprendió a apreciarlo, vivir con ello era mejor que pasar su vida negandolo.

¿Qué era lo que una persona con el corazón destrozado hacía? Para él, la respuesta había estado en huir a una granja, a miles de kilómetros de la ciudad, para tomar posesión de la propiedad que una vez fue de su abuelo, este, sin preguntas le dio las llaves, le ayudó a buscar qué hacer mientras pensaba, se suponía que serían unas semanas, pero esas se convirtieron en meses y ahora sobrepasaba el año.

Siguió bebiendo, sintiendo las lágrimas quemar sus ojos, no iba a llorar, se lo había prohibido hace mucho tiempo, lo que él quería era olvidar y sanar, necesitaba volver a ser la misma persona. La melancolía se quedaba en su ser, más siendo víspera de año nuevo.

Miró nuevamente el cielo, a aquellas estrellas, hasta que vio un ligero resplandor dorado, pensó, que se trataba de una estrella fugaz y sonrió ligeramente. Cerró los ojos y pidió un deseo.

—Sólo quiero conocer a alguien que realmente me ame.






A millones de años luz, en una galaxia no tan lejana, pasando el cinturón de Oreon, la vía láctea, las enanas, las pequeñas y las grandes, por lo menos unas dieciocho galaxias más dentro de la vía láctea, pasando por algunos agujeros de gusano, meteoritos, estrellas y constelaciones...lejos del planeta tierra...

Galaxia de Bernard, NGC 6822, 1.6 millones de años luz. Planeta Dyphya.

La reunión estaba marchando con normalidad, el señor supremos del planeta Dyphya estaba sonriendo a sus invitados, habían llegado visitas de otros planetas, tan diferentes los unos de los otros, pero al final de cuentas eran familia, así lo veía él. No conocía mucho de nada, su padre tampoco le contaba demasiado, tan sólo lo esencial.

Como en ese momento, donde su padre y el Xtar del planeta Gluok hablaban animadamente de su matrimonio. Sí, su padre lo iba a casar con el mayor pelmazo del universo. Un idiota que se creía el mejor de todos, Xangkok se caracterizaba por siempre estar a la defensiva, era un guerrero en su planeta y creía que cualquiera estaría a sus pies, no ayudaba el hecho de que algunos babearan al verlo, para él no era más que un tonto engreído.

Kouhtuy era el menor de su manada, su padre era el que lideraba el planeta, tenía cincuenta hermanos y más de doscientos sobrinos, los demás eran criaturas que servían al planeta, según las lunas, estaba en su segunda eternidad, y su padre creía conveniente el que ahora se casara y se fuera a un planeta desconocido, al ser el menor, era el último en hacerlo, claro que enlazarse con un miembro de otro planeta haría que las alianzas se mantuvieran fuertes, estaban planeando algo, pero desconocía que.

—Cuando estemos en mi planeta vas a tener que someterte ante mí—Xangkok sonrió con malicia.

Lo odiaba, todo en él era atroz desde su cabello largo y purpura, su cuerpo grande y azulado, sus ojos violeta y sus dientes afilados. Era asqueroso.

Sus pequeñas antenas bajaron apagadas, realmente no quería casarse ni irse de su planeta, pero la unión sería en unos minutos, porque el tiempo era tan rápido, ¿No podía detenerse un poco? Gruñó escapando de la reunión, caminaba por los campos de Jraks y miraba las enormes estrellas y los planetas vecinos, no quería estar ahí, no quería irse de su planeta, quería encontrar a alguien de quien enamorarse, aunque dentro de su familia eso no existiera.

Un Amor Espacial ♥︎Yoonmin♥︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora