|1| Mi Esposa Malvada Genio ✔

Capítulo 138: Vamos a la estación de policía.

Maratón 7/?

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Xu Nuan se levantó débilmente del sofá y abrió la puerta. Sin embargo, sus ojos se abrieron con sorpresa cuando vio a Han Zihao parado allí. Después de cómo reaccionó de forma exagerada, esperaba que él la tratara con frialdad durante las próximas semanas y ni siquiera se imaginaba que él estaría allí.

"¿Por qué ... por qué estás aquí ahora?" preguntó sin saber qué lo hizo venir a su casa tan tarde. Ella ya lo molestó y le gritó sin ninguna razón en particular. Tampoco estaba segura de si estaba pasando por la pubertad nuevamente o qué. Sus palabras que quería decir amablemente, resultaron groseras y arrogantes.

Han Zihao, que estaba parado afuera de su puerta, frunció los labios en una delgada línea al verla parada allí contra el marco de la puerta, con sus ojos rojos hinchados y cabello desordenado.

" ¿Estabas llorando?" preguntó mientras miraba fijamente a sus ojos profundos, lo que la tomó desprevenida.

Se dio la vuelta y se frotó los ojos apresuradamente, ya que no esperaba que él se diera cuenta de eso.

Cuando terminó, volvió su atención hacia él y le preguntó: "¡No! ¿Qué te hizo pensar eso?"

"Tus ojos están rojos", dijo, haciéndola aún más avergonzada. No le gusta que la señalen cuando llora. Odiaba mostrarse débil y siempre sintió que llorar la debilitaba.

Ella respiró hondo, sin responder a su pregunta, y preguntó: "¿Por qué estás aquí? Si tienes algo que decir, por favor, date prisa. Estoy cansada". dijo ella ya que no quiere enfrentarse a él en este momento.

Ya se ha avergonzado tanto frente a él que no quiere seguir haciéndolo. Era la primera vez que hacía berrinches frente a él, de lo contrario, desde el día en que lo conoció, siempre se ha adaptado a sus deseos.

La miró con indiferencia y dijo: "Vine aquí para darte esto". sacó un cuenco grande que estaba escondiendo detrás de su espalda y se lo mostró.

Ella miró el cuenco y lo miró con expresiones complicadas.

"¿Fideos? ¿Por qué los trajiste aquí?" preguntó ella confundida.

"¿No tenías hambre? Cómelos ahora, de lo contrario se enfriaran", dijo, y la empujó hacia un lado, entrando en su casa dejándola parada en la puerta aturdida.

"¿Hiciste fideos para mí? ¿En este momento?" cuando se recuperó de su sorpresa, lo siguió apresuradamente al interior.

Miró el lugar desordenado, con basura aquí y allá, su ropa de lavandería se amontonaba en una silla en la habitación. Enarcó las cejas al ver los cojines que yacían en el suelo.

Se volvió para mirarla, mientras ella evitaba su mirada escrutadora y miraba sus pies avergonzada.

No dijo nada y silenciosamente colocó el plato de fideos calientes sobre la mesa. Suspiró al ver la basura de fideos, latas de cerveza y pañuelos desechables allí.

Cuando se dio la vuelta, la vio parada allí, incómoda, mirándolo con vergüenza. No pudo evitar reírse al verla avergonzarse así. Era la primera vez que la veía avergonzarse frente a él.

De lo contrario, casi pensó que ella no conocía el significado de esta palabra.

"¡Come! Es picante como a ti te gusta comer y como está caliente, también te ayudará a calmar tu dolor de estómago", dijo haciéndola mirarlo en estado de shock.

Ella lo miró fijamente en estado de shock y parpadeó confundida. "¿Cómo sabes que tengo dolor de estómago? No creo que te lo haya contado".

"Te vi sosteniendo tu abdomen mientras estabas en mi casa. Además ... ¿no es esta tu ... esa época del mes?" preguntó mientras evitaba su mirada sospechosa. No puede creer que haya dicho eso.