s i x

1.6K 221 37
                                    

          
Junkyu después de ser casi descubierto tuvo que inventarse una muy buena excusa y salir prácticamente corriendo de la casa de Mashiho.

Todo el asunto del enamorado de su mejor amigo y tener que descubrirlo lo estaban comenzando a enfadar. Jihoon era una persona dura cuando hablábamos de secretos y lo entendía, pero la inquietud por saber quién le estaba robando el corazón al menor simplemente no dejaba de picarle,  cuando su mente se enfriaba y pensaba las cosas decidía dejar todo de lado y seguir adelante pero cuando veía el celular de su amigo solo, era como si un cable en su cabeza se desconectara y solo existía él, el portátil y la inmensa necesidad de descubrir a la persona.

       
—Hey babas —Mashiho se acercó a su mejor amigo palmeando ligeramente su espalda haciendo que este pegara un pequeño salto de susto. —Tengo que quedarme a limpiar el aula 1, ¿Te quieres ir adelantando?

Junkyu lo pensó un momento y miró el reloj en su muñeca, era temprano y no tenía nada que hacer, además si lo ayudaba terminaría antes.

—Te ayudaré.

—¿En serio? —Mashiho sonrió con emoción y más al ver como el más alto movía su cabeza en forma de aceptación. —Gracias! ¡Gracias!, en verdad me has salvado.

Mashiho se abalanzó sobre su amigo abrazándolo haciendo que ambos se de tuvieran en medio del pasillo, Junkyu abrió sus ojos con sorpresa ante el repentino acto de su amigo mientras sus mejillas se tornaron de un leve rojo, pasaron unos segundos así hasta que Junkyu cayó en cuenta de que estaban en medio del pasillo y la hora que reflejaba el reloj sobre la pared decía que los alumnos comenzarían a salir, con su mano palmeó un poco decepcionado la espalda de Mashiho ya que quería tener a ese pequeño japonés aferrándose a él un poco más.

—Bueno bueno, no es para tanto. —El cuerpo de Mashiho se alejó mientras mantenía una sonrisa traviesa. —Solo me deberás una grande.

—Lo que digas. —Dicho esto se dió vuelta comenzando a caminar. —Vamos que el deber nos llama.
  
     
  

          La cara de asco de ambos era un poema, el aula que les habían asignado era una de las aulas donde se había llevado a cabo un convivio, pero, por lo que supo Mashiho, había terminado en una guerra de comida, así que todo era un completo d...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

    
    
La cara de asco de ambos era un poema, el aula que les habían asignado era una de las aulas donde se había llevado a cabo un convivio, pero, por lo que supo Mashiho, había terminado en una guerra de comida, así que todo era un completo desastre.

  
—¿Realmente tenemos que limpiar esto?  —Preguntó Junkyu dando un paso hacia atrás con el estómago un poco revuelto.

—No puedo creer que me castigaran de esta forma. —Dijo tapando su nariz, miro a su amigo y vió como su mirada se transforma en curiosa. —¿Recuerdas la pila de libros que lleve ayer?

—Amm... S-si —Dijo avergonzado al recordar la forma en que lo había descubierto y en la que había huido.

—Se me cayó un vaso de jugo en uno de ellos y por lo que supe es carísimo, mi madre no quiso pagarlo por supuesto, así que la única forma de pagarlo es esta. —Habló abriendo sus brazos hacia aquella aula sucia. —Estás a tiempo de irte si quieres. —Dijo poniendo unos guantes y tomando una de las escobas.

—N-no, te ayudaré. —Imitó la acción del más bajo, para luego ambos adentrarse a aquel desastre de aula.
 

Pasó casi una hora de limpiar y de vez en cuando jugar entre ellos, por fin habían podido terminar con aquel desastre, ahora todo se veía impecable y el suspiro de satisfacción no tardo en aparecer por parte de ambos. No terminaron sucios, pero Mashiho si tenía una que otra mancha en sus brazos, así que dejó a Junkyu recogiendo lo que habían utilizado para limpiar mientras el iba limpiarse.

Junkyu acomodó donde se le indicó todo aquel material, estaba agotado de todo aquel molesto trabajo, su mente solo procesaba la palabra "ducha" así que cerró sus ojos mientras tomaba su mochila y la echaba a su hombro, se estiró un poco pero el ruido de algo golpeando contra el piso hizo que abriera de golpe los ojos y pegara un brinco de susto.
  

—¡¿Quién anda ahí?!
      
               

兝 Contraseña ; Mashikyu ꜜ ͙ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora