z e r o

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Porque Junkyu leyó un mensaje en el celular de Mashiho que no debía.

Todas las personas que eran cercanas a Junkyu y Mashiho clasificaban su relación como una de las mejores amistades, tan pura y divertida.

Mashiho afirmaba sin dudarlo que el de cabello negro era su mejor amigo y una de las mejores personas, así siempre lo presumía.

Junkyu también presumía de tener al mejor amigo, aunque una cierta inquietud se formaba en su estómago al pronunciar esa palabra...

A Junkyu le gustaba Mashiho y sintió que esa clase de sentimientos estaban prohibidos entre los amigos, entonces...

¿Él lo estaba traicionando?


¿Él lo estaba traicionando?

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—¡Todos a la casa de Junkyu! —Gritó Jihoon.

—¿Por qué siempre a mi casa? —Se quejó el mencionado.

—Tu madre hace comida deliciosa, además de que es la única que nos soporta. —Contestó Mashiho acercándose a Junkyu, mientras este último pasaba su brazo por los hombros del más bajo.

—Concuerdo contigo Mashi. —Yoshi palmeó la espalda de Mashiho.

—No se diga más entonces.

Todos caminaron hacia la casa de Junkyu, al cual no se le veía muy contento por la noticia.

  

  

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—Vamos Junkyu, cambia tu cara de amargado, tu madre no nos tendrá que soportar.

Todos estaban sentados en el piso de la sala mientras comían diferentes botanas compradas antes de llegar a la casa del pelinegro, su madre no se encontraba en casa y hacer comida no fue una opción para el grupo de amigos.

—Tengo tarea y ustedes quieren jugar videojuegos, por favor somos el futuro del mundo. —dijo Junkyu mirando a sus amigos.

—El futuro no será bueno entonces. —habló Doyoung.

Quince intentos y seguían acumulándose para que Junkyu pudiera ganarle a Junghwan en aquel juego, el sol comenzaba a ocultarse y más de uno se  puso de pie para poder irse a su hogar.

—¡Nos vemos mañana en clases bobos!

—Mira futuro del mundo, más respeto. —Dijo Hyunsuk dando un ligero puñetazo en el brazo de Junkyu.

—¿Mañana pasas por mi? —Preguntó Mashiho acomodando su mochila.

—A la misma hora.

—Está bien. —Le sonrió a lo que el contrario respondió de la misma manera mientras se despedía con su mano.

—Se puede sentir el amor en el aire. —Dijo Doyoung mientras simulaba tocar algo con una sonrisa burlona.

Todos rieron y comenzaron a caminar lejos de la casa de Junkyu. El de cabello negro regreso a la sala tirándose sobre uno de los sillones, pero algo molestando en su espalda le hizo moverse incómodo, después de ver que aunque se hiciera a un lado no se quitaría lo incómodo, se inclinó un poco hacia adelante para después girarse levantando el cojín que hace un momento estaba sobre su espalda encontrándose con un celular.

—¿A quién de todos se le pudo olvidar?

Volteó el celular para revisar la funda pero antes de verla su celular comenzó a vibrar en su bolsillo, una gran cantidad de mensajes comenzaron a llegarle.

   

      

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