Cap16

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Los jadeos y gemidos de exitación inundaban toda la habitación, sus cuerpos calientes moviéndose al mismo ritmo, conectados y deseosos por llegar al climax anelado.

Ella bajo su cuerpo se movía anciosa, desesperada por sentir su mundo arder, sus sentidos nublarse y explotar en la llama del placer, sus labios se besaban con vehemencia mientras sus manos se acariciaban impacientes... deseando llegar.

Dejó salir un bufido frustrado al tiempo que detenía sus movimientos, maldijo en vos baja.

- ¿Sucede algo? - preguntó Jieun incorporándose sobre sus codos, su ceño fruncido daba a entender lo confundida que estaba.

- Yo lo siento, es el trabajo que me tiene agotado - mintió, besó la frente de la mujer bajo su cuerpo y continuó sus movimientos haciendo que esta al instante se arquee de placer.

Jamás en su vida había hecho tanto esfuerzo por llegar a un jodido orgasmo, Jungkook gruñó al tiempo que  las paredes del sexo de su mujer se contraía apretándolo y a consecuencia, llevándolo a un orgasmo que se obligó a disfrutar.

Ocultando su frustración salió de ella, le besó la frente y caminó desnudo hacia el cuarto de baño.

Al llegar se encerró asegurando la perilla de la puerta, masageó su sien con la intención de disipar el dolor de cabeza que empezaba a invadirlo, estaba cansado, estresado y sobre todo molesto, molesto consigo mismo porque se estaba comportando como un maldito puberto indeciso, hace una semana había decidido tomarle la palabra a Jimin, dejarlo en paz y terminar con lo que sea que tuvieron, hace una semana que no se cruzaba con él en sus pocas visitas a la mansión, desde que Jieun regresó al país ella había propuesto convivir un poco mas juntos antes de que tuviese que regresar a trabajar en la próxima colección de invirno de la marca mas importante del país, por lo que ahora estaban en su departamento, uno que había adquirido con la ganancia de su primer contrato firmado.

Por milésima vez en toda la semana, dejó salir otro bufido de frustración, Jimin, Jimin y Jimin, todo por su causa, la intriga de saber como se encontraba no le dejaba en paz, no le había dejado para nada bien, esa noche pasó algo que a todos les dejó impresionados, incluyéndolo, jamás se hubiese imaginado a Shinhye golpeando a su propio hijo por algo tan estúpido; como mantener los papeles de hipócritas, por supuesto que sabía de la intención de los padres de su novia, él mejor que nadie los conocía, sin embargo no dijo nada porque muy en el fondo pensaba lo mismo que ellos, lo había pensado desde que Shinhye pisó por primera vez su casa, ella tan joven y hermosa, de la mano de un pequeño Jimin rubio, desde un principio la idea no le había agradado, pero solo era un mocoso de quince años siguiendo las órdenes de su padre, por lo que tuvo que aceptarla.

Pero Jimin, Jimin era un pobre ingenuo que seguía creyendo en la vieja imagen de su madre, esa misma que la propia Shinhye se encargó de pisotear y convertirse en lo que ahora es. Él solo había querido defenderla... pobre.

Jamás había visto esa faceta testaruda en el hijo de su madrastra, en cierta forma le hizo analizar un poco llegando a la conclusión de que no lo conocía, el interés que se instaló en su interior a causa de ese pequeño rubio, al que siempre había visto como un ingenuo, berrinchudo e infantil, lo habia tenido cuestionándose muchas cosas en todos estos días.

Eso sin mencionar la frustración sexual que también le había causado, intentó disiparlas entre las piernas de su novia pero no había funcionado, seguía teniendo la imagen de él en su cabeza y ya era bastante obvio como para andar negándolo, era un adulto y debía de aceptar las cosas como eran, le gustaba el sexo con él, era otra experiencia que se había atrevido a probar sin preveerlo, ahora solo esperaba a que las concecuencias le reventara a la cara.

"SOLO UNA VEZ MÁS" (Kookmin) EDITANDO‼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora