Capítulo 2: Dan, mi amor.

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Caminé en el silencio de la Avenida, me iba a tomar diez minutos llegar a la Plaza de Casinos, no mentí respecto a cambiarme, ya que eso hacía, pero no era ropa deportiva, era ropa de Casino, por lo que llevaba una falda corta de cuero, unas botas largas de tacón y una blusa roja sencilla, si mis padres me vieran me matarían, veo que un joven me observa desde el otro lado de la acera por lo que me quito mi coleta haciendo que mi cabello rubio caiga en ondas hasta mi cintura, le guiño un ojo y le levanto el dedo corazón por lo que se queda sorprendido.

No tenía más que dos minutos para que llegar, ya que me esperaban en el Casino, enseño mi identificación falsa y sin problema entro.

-Disculpe, el señor Michael espera mi llegada.- le trueno los dedos, esperando que deje de ver mis senos.

-Oh, lo siento, usted es Margaret Fitz.-muestra sorprendido.

-¿Qué? No me imaginó así. Sabe, solo lléveme a donde le he pedido.- me muestra una puerta que lleva a una habitación privada. Abro y cierro lo más rápido posible.

-¿Sk...?

-Cállate, me llamo Margaret.- trato de sonar lo más enojada posible, pero es imposible lo abrazo y me recargo en su hombro hasta absorber su aroma por completo.

-¿Qué te han hecho?- Dan, mi amor, muestra preocupación.

-Nada.- pero sé que se refiere a que yo no soy rubia, mi cabello es negro azabache y mi tez es pálida, ahora soy güera, lo único que me recuerda que sigo siendo yo son mis ojos azules.

-Estas hermosa, como te extrañaba, "Margaret". Pensé que habías muerto, hasta que Milly me dio tu mensaje y eso fue hace tres días.

-Lo siento, me hubiera gustado decírtelo antes, pero me era imposible hacerte llegar el mensaje.

-Lo importantes es que estás sana y salva.- me estrecha entre sus brazos.

-No me puedo quedar tanto tiempo, tenemos 49 minutos.- verifico mi reloj para asegurarme.

-Sabes que siguen buscándote ¿no?

-Lo sé-muestro una cara triste-Sé que no se van a rendir hasta dar conmigo.

-No es cierto, lo que quieren es la cura que tu padre inventó.

-Dan, hay cosas que no sabes, incluso hay cosas que mis padres me siguen ocultando.

-Bueno si hay cosas que no sé, estoy dispuesto a escucharlas.

-Sabes que no te puedo decir nada aquí, sería muy estúpido.

-Si hablamos de cosas estúpidas, lo que estás haciendo es sumamente estúpido.-me rio.

-Haré de cuenta que no escuché eso, porque sabes que es muy lindo que ponga nuestro amor antes todo.

-Que le hicieron a la Skylar que conozco.

-Nada, sigo siendo yo.-algo que dudo. Estuvimos platicando sobre lo que me había pasado estos días y seguía diciéndole que sentía el no poder avisarle que seguía viva.

-Dan, me tengo que ir, te voy a dejar mi nuevo número, pero por favor aunque me encantaría escucharte todos los días no me hables al menos que sea sumamente importante, I mean it, sabes que te amo y no importa lo que pase siempre nos encontraremos.

-Sky no me espantes parece una despedida de esas "Nunca te volveré a ver".- me besa profundamente haciéndome gemir. - Te amo, mi Skylar.

No digo ninguna otra palabra, solo me despido con mi mano y él hace lo mismo, porque si hiciera otra cosa me pondría a llorar y eso es algo que no hago en frente de nadie.

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*Foto de Daniel

The Skylar GenesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora