Capítulo 6: Secuestro Final

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-Ahora, nos vamos del país.- vocifera mi papá.

-¿Tienes que estar bromeando, verdad? Todos los aeropuertos deben estar llenos de ellos.

-No, tenemos diez minutos para llegar a un aeropuerto e irnos del país, así que tomaremos el primer vuelo internacional.

Dentro de mí era un sinfín de emociones, sabía que era la única opción, también sabía que dejaría atrás a Dan, la razón por la cual no me iría sería esa y lo sabía, era tiempo de enfrentar a mis padres.

Estaba tan exhorta en mis pensamientos que no note que habíamos llegado al aeropuerto.

-Francamente, es emocionante ¿no crees, Sky?- mi mamá comenta, mientras que veo que mi papá está comprando los boletos.

-Mamá, lo siento, pero no puedo ir, tengo asuntos pendientes aquí.- no solo me refería a Dan o a mis amigas, eran otras cosas que estaban en juego en este momento.

-¡Estás loca!- grito mi mamá.- Tú te vas con nosotros, Skylar, quieras o no.

-Okay.- nunca funciona decir la verdad, por lo que me escaparé.

-Nos vamos a Italia, apúrense, de milagro alcance los boletos, salimos en… cinco minutos. Corran, ya.

Entregamos los boletos y abordamos directamente el avión, están a punto de cerrar la puerta, dejo que mis padres entren al avión mientras que yo permanezco fuera.

De ahí corro lo más rápido posible, un policía me detiene.

-¿Algún problema, señorita?

-No.- el policía me toma del brazo apuntándome un arma en la cadera.

-Camina y no se te ocurra pasarte de lista.- me ordena así que empiezo a caminar hasta llegar a la puerta me doy cuenta que hay una camioneta negra. –Pensaste que ibas a escapar de nosotros, ahora sube a la camioneta.

Tratando de escapar lo golpeo en la entrepierna pero no puedo dar ni un paso más porque siento un dolor insoportable en mi pierna, bajo mi mirada y me doy cuenta que estoy sangrando.

-Te dije que no intentaras escapar.- me golpea en la pierna y caigo.-Levántate.

Me levanto sola, sin esperar la ayuda de ello, porque sé que son capaces de volverme a disparar si no me paro sola. Comienzo a caminar hasta la camioneta, sintiendo el dolor aumentar. Un joven me abre la puerta.

-Que amable de su parte abrirme la puerta del auto.- digo irónicamente.

-¡Cállate!- me grita el que me disparo.

En el auto esta ella, la que me rapto por primera vez hace un año, y no puedo evitar sentir mi pulso acelerar.

-Mira quien se ha dignado en aparecer, la señorita Fitzgerald.- dice ella.- ¡Oh! Pero qué horror. ¿Quién te hizo esto? Tan mal te portas, eh.- sigue hablando en tono burlón. Me tiende un pañuelo, pero yo no lo acepto.

Lo único que siento es como la herida me empieza a sanar, ese proceso no durará más de dos minutos pero es doloroso.

-De nada.- me contesta.- ¿Cómo has estado? Escuché que te reuniste con… como se llama Dan, tu novio. Y si, así me enteré de que seguías viva, más bien lo confirmé porque era imposible pensar lo contrario.

-Hasta yo llegué a pensar que estaba muerta, no te preocupes.- digo con una mueca en mi cara.

-Ya se te pasará. No te preocupes tus padres estarán bien en Italia, no los van a dejar salir del país y no los podrás ver hasta que hagas todo lo que te diga. – Señala unas esposas.- Espósate.

-No, no voy a hacer lo que tú me digas, eres una perra…- me paro en seco, cuando noto que ha sacado una aguja con un líquido azul.

-Sky lo que ves aquí está muy familiarizado contigo, y no creo que quieras sentir de nuevo como es arder en llamas.

-Prefiero eso que seguir tus malditas reglas.- grito mientras que rezo el que se apiade y no me la ponga.

- Te dije que no gritaras.- dijo el chico que me disparo que no tengo ni la menor idea de cómo llegó aquí y me toma del cuello inyectándome el líquido.

-Mierda…

-Sí, mierda… te lo advertí Sky.

Puedo sentir como el líquido abre paso entre cada vena de mi cuerpo, comienza con una leve picazón hasta convertirse en un ardor insoportable dentro de mí, parecido al estarse quemando pero no poder apartarse del todo, lo peor son las convulsiones, siento como empiezo  convulsionar, me golpeo con el asiento la cabeza muy fuerte y comienzo a perder la conciencia.

-Sky, Sky tan buena, que desafortunada eres al tener este gen. No morirás, al menos no por ahora, porque te necesito. Ya basta, duérmela.- lo último que logró ver antes que las garras de la oscuridad me consuman es la mirada de tristeza que posa en mí el chico que me disparó.

The Skylar GenesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora