Único Capítulo

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La lectura. La sociedad la redujo a algo aburrido y que sólo las personas nerds hacían con pasión. El ser nerd también se ve como algo negativo, aburrido e insulso; que ser así te volvía automáticamente alguien irrelevante y por descarte el ultimo con quién entablar alguna relación. Esas son dos cosas que Choi Soobin se cuestiona bastante, son estereotipos exageradamente ridículos. No llega a entender cómo a sus compañeros no les produce el deseo de leer, en efecto, cualquier cosa. Desde romances donde almas gemelas superan lo que sea con amor, o talvez mundos fantásticos llenos de criaturas, batallas o incluso sociedades con una cultura jamás pensada; hasta una lectura amarga al gusto donde prevalece la crueldad en un universo terrorífico para cualquiera.

Soobin, un estudiante de preparatoria, que devoró tantos libros en su vida que ya casi no hay algo que le produzca fascinación. Conoce tan bien las bibliotecas locales como las palmas de su mano, ese es él. Su esencia es el leer y alimentar su mente para que su imaginación nunca se frene, para no dejar de plasmar sus emociones o ideas en cualquier medio. También es solitario, por más compañerismo que tuviera con otros estudiantes, no tenía a nadie que mereciera el título de "amigo". No había casi nadie con quien compartir algún interés, era una gran mayoría de personas que tenían otros gustos, aficiones o hobbies que no le interesaban. Para él, la gente de su entorno iba en la misma corriente, haciendo repetidamente las mismas cosas, diciendo las mismas frases e incluso teniendo las mismas ideas. Se sentía incapaz de relacionarse con otros, nunca supo cómo se debía hacer. Sonaría egoísta y cómo si rechazara vivir junto con otros, pero él se maneja bien en soledad, con él mismo y unas novelas era más de lo necesario. Bueno, es lo poco que conoce en esta vida.

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La irritante campanada que anunciaba el fin del horario escolar se mezclaba con el bullicio y los pasos de cientos de personas. Todos en dirección a la salida para descansar en el fin de semana. El chico de pelo castaño avanzaba entre los estudiantes aglomerados, que lentamente se dispersaron por la calle. No había situación más asfixiante para él que ese tipo de cosas, las salidas eran tortuosas. El estar atascado y muerto de calor por la cantidad de alumnos juntos entre sí, los gritos y risas escandalosas. La gente en general, le parecía muy molesta. Y si, incluso con este tipo de pensamientos se negaba a aceptar el hecho de que no era capaz de relacionarse o mínimo interactuar socialmente. Era la mera definición de un individuo Asocial.

Caminaba enfocado en su diluvio mental y sin darse cuenta había abandonado la cuadra del Instituto. Estaba dando pasos a un ritmo precipitado, como si lo vinieran persiguiendo en coche. Apresurado únicamente para llegar a su casa y quitarse el uniforme; en esa misma tarde también debía pasar por la biblioteca para ayudar a los señores Kwon. Su voluntariado no tenía en sí remuneración, le gustaba pasar su tiempo allí por el ambiente. Tenía algo de aprecio por la biblioteca y quienes la manejaban, eran su segunda familia y consideraba cada estantería del lugar cómo un refugio. Su lugar seguro siempre fueron los libros, antes que encerrarse sólo en su casa y ver pasar lo que restaba de la luz del sol, podía leer o hasta inspirarse para escribir en un entorno pacífico y más abierto como allí; sus padres, ambos oficinistas, se encontraban con su hijo exclusivamente en la hora de cenar o siquiera lo veían en todo el día. Esto hizo a Soobin convertirse en alguien independiente la mayor parte de su vida y en varios de sus aspectos. No convivía con nadie en especial, haciendo su vida muy monótona y con todo ese tiempo invertido en la lectura. No negaremos su amplio vocabulario e intelecto, pero es algo triste que se resguarde para sí mismo con semejante mente.

Nuestro Soobin, sin embargo, tenía gran pasión por algo específico, los romances. Estos se adaptaban a sin fin de tramas, algunas más dramáticas, otras más fantasiosas. Él desde siempre cree en todo lo relacionado a las Almas Gemelas y tener a ese alguien destinado como compañía en la vida. Ansiaba conocer ese tipo de relación sin tener que socializar, algo bastante difícil ¿no?. De todas maneras, estaba tardando una vida que llegara el subterráneo. Para su suerte la estación estaba casi vacía, era un par de personas, él y de relleno un silencio sepulcral. Que fue cortado por las pisadas dirigiéndose al transporte, la voz de una mujer anunciando la próxima parada y el mecánico ruido de las puertas cerrándose. El chico simplemente se sentó ya que gracias a su altura casi no cabía en el lugar.

Paper Soul -《Yeonbin》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora