Capítulo I Anuncio Familiar Inesperado

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 "¿Eh?"

La sorpresa no podía ocultarse en mi rostro

El sonido de la puerta principal de la casa era razón.

Mire de reojo el reloj de la sala, esta marcaba las 5 y 35 de la tarde.

"Que extraño"

Decía para mis adentros, mis padres llegaban a las 9 o 10 de la noche variando entre los días de la semana, no recuerdo haber invitado a ninguno de mis amigos y aunque así fuese no iban a poder entrar de esa manera.

Tampoco iba avenir ningún familiar así que

¿Qué estaba pasando?

La idea de que algún ladrón se habría metido a la casa fue una delas primeras que se me vinieron a la mente.

Pero rápidamente la descarte al escuchar el claro sonido de las llaves girando en el picaporte.

Con mucha curiosidad por el suceso alejé la mirada del televisor y me dirigí con cierta impaciencia a hacia la puerta principal.

Al ya estar a tan solo unos pasos de allí.

Mi asombro no dejo de elevarse, inclusive creo que podría decir que estaban en el más alto nivel.

"¿Madre?"

Susurre

Fue lo único que salió de mis labios al ver tan conocido rostro femenino que tenía al frente.

Ella con mucha elegancia dejo su abrigo y lo colgó rápidamente en perchero y se percató de mi presencia.

"Oh, veo que estas aquí, pensé que estarías jugando afuera en el parque ¿Terminaste los deberes del colegio?"

La mire algo confundido, y aunque tenía el deseo de preguntar cómo no se dio cuanta al venir que no estaba en el parque.

Un lugar que están abierto y literalmente al frente de nuestra casa.

Agarré las ganas de quizá decir un comentario sarcástico e irrespetuoso y decidí centrarme en la pregunta.

"Si, Ya están hechos, Hoy no dejaron tanta tarea así que fue fácil"

Casi como por instinto natural agregue lo último.

Al darme cuenta, de mi respuesta me sorprendí.

Se sentía como algo imposible de evitar, el hecho de que hijo le cuente sus cosas a sus padres más que algo descartable, ahora parecía algo que no se puede evitar

Mire de reojo a mi madre.

Sentí un sentimiento que hacía ya tiempo que no sentía.

Esa emoción.

Aquel sentimiento de comodidad de poder contarle ciertas cosas a alguien

Realmente se sentía bien

Levante la miraba y como si mi vida dependiera de eso, abro mis labios con la intención de seguir contándole, cuando involuntariamente, ella detiene mis palabras.

"Está bien hijo, Bien hecho"

Una leve sonrisa se formó en su labios y cambio rápidamente de cara a su expresión normal y siguió caminando hacia adentro de la casa.

Sentí un bajón de tamaños colosales, como si me hubieran aventado del edificio más alto del planeta tierra.

Ejeje

¿Qué era lo que esperaba?

Sabía que esto pasaría...

¿Por qué aún sigo anhelando algo más?

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