Ocho

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Naruto no entendía qué estaba pasando. Cuando abrió los ojos, le fue imposible identificar el lugar en que se encontraba, y al intentar levantarse, se dio cuenta de que estaba atado. Ni siquiera tenía la posibilidad de pedir ayuda

Su semblante se fue tensando a medida que trataba de quitarse la mordaza. Transcurrieron varios minutos antes de que Naruto se diera por vencido. La mandibula le dolía horrores y tenía la garganta seca

Su mente empezó a espabilar poco a poco

¿Qué hacía en ese lugar?...¿Quien lo había trasladado y por qué?

Más y más incognitas surgían con el paso de los minutos. A pesar de que el lugar estaba oscuro, Naruto percibió humedad en alguna parte. Intuyó que debía provenir de los muros, y que, por lo tanto, se hallaba en algún sotano

"Manten la calma" se dijo lentamente. Y tuvo que repetirlo como un mantra para no ceder a la desesperación de saberse cautivo. Meses de capacitación no habían sido en balde. Naruto estaba consciente de que tenía que hacer una valoración detallada del sitio en qué se encontraba, debía buscar indicios que le permitieran intuir -aunque fuera vagamente- su localización. Ello tambien serviría para tranquilizarse

Al buscar alguna rendija o ducto con la mirada, Naruto dio con dos imperceptibles fuentes de luz. La primera era una ventana, cuyo cristal derecho inferior estaba trozado, similar a cuando se arroja una pelota pequeña. De modo que estaba en alguna casa o departamento, y no en un edificio o subterraneo como dedujo inicialmente

La segunda fuente de luz provenía del muro adyacente, a unos cinco metros aproximadamente. Naruto entrecerró los ojos al oír movimiento cerca de la línea horizontal de luz. Tenía que tratarse de un sótano, por lo tanto habían escaleras. Ahora las estadisticas apuntaban a dos vías de escape

La ventana rota era una

La puerta por donde -en cualquier momento- entraría su captor, era la otra

Un poco más calmado, Naruto se dio a la tarea de registrar su propio cuerpo para verificar que no hubiera heridas serias de por medio. En primera instancia, se tocó el paladar con la lengua, y al no sentirlo entumecido, supo que no lo habían drogado. De modo que debieron golpearlo o simplemente perdió el conocimiento

Respiró hondamente por la nariz. Realizó una serie sencilla y métodica para conservar la calma. Ahora tenía que razonar en cual era la causa que lo había llevado hasta allí. Usualmente los secuestradores pretendían emplear extorsiones economicas en base a la captura de la victima

Tras un minucioso repaso mental, Naruto se convenció de que esa no era la causa. Porque dichos individuos actuaban de manera premeditada y no deliberada. Ellos no se expondrían a raptar a una persona cualquiera sin conocer previamente su posición economica y/o la de sus familiares. El problema radicaba en que Naruto no poseía nada de autentico valor, y tampoco tenía familiares...

Otra causa derivaba en el mercado negro, anexado a la trata de personas

A Naruto le fue más complicado respirar al llegar a ese punto de sus deducciones. Si aquello era lo correcto, lo usarían para prostituirlo y posteriormente -cuando ya no les fuera de utilidad- lo matarían y venderían sus órganos

"N-No" su subconsciente vaciló

La última causa aplicable en casos así era demasiado surrealista para ser tomada en consideración: una venganza

Una vil y estúpida...

Naruto se retorció hacia ambos lados cuando una luz cegadora le inundó de lleno las pupilas. Alguien lo había alumbrado con alguna linterna

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