BESO

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𝚃𝚎 𝚟𝚎𝚘 𝚎𝚗 𝚕𝚊 𝚊𝚣𝚘𝚝𝚎𝚊 𝚎𝚗 𝚕𝚊 𝚑𝚘𝚛𝚊 𝚍𝚎𝚕 𝚊𝚕𝚖𝚞𝚎𝚛𝚣𝚘.
𝙿𝚘𝚛 𝚏𝚊𝚟𝚘𝚛 𝚗𝚘 𝚏𝚊𝚕𝚝𝚎𝚜.

Eso era lo único escrito en esa nota que apareció de la nada en su escritorio.

Reconoció la letra, cualquiera lo haría.

El responsable de dejar esa nota era aquel rubio, a quien había apodado "Patético arete de seguridad vial": Kou Minamoto.

Pero, aún sabiendo quien había dejado el recado, seguía sin comprender el motivo.

Ellos pasaban la mayor parte del día juntos, ¿no era más fácil decirle personalmente?

¿Por que complicaba demasiado las cosas dejando una nota?

Eso volvía las cosas un poco raras.

Aun así el peli-rosa decidió ir, practicando uno de sus acostumbrados "sermones", como aquel azabache colmilludo los llamaba, para explicarle al rubio lo innecesario que era dejar una nota en su escritorio.

A unos cuantos pasos de la puerta, hacia la azotea, varios murmullos se escucharon trás esta.

—¿Te gusto?

—¡Si! ¡Minamoto-kun, me gustas! ¡Sal conmigo por favor!

Abrió un poco la puerta, para poder escuchar sin que estos lo vieran.

—Este... yo.... -el chico rascó su mejilla en señal de nerviosismo, mientras la chica lo observaba en espera de una respuesta.
Finalmente apartó su mano de su rostro, apretando fuerte sus puños, se inclinó ante la chica.– ¡Lo siento! ¡Me gusta alguien más y quisiera salir con esa persona! ¡En verdad, lo siento mucho!

La chica oscureció la mirada, mientras apretaba con fuerza sus puños, evitando llorar.

No, yo siento el haber dicho eso. Supongo que eres demasiado. -recoge sus cosas abandonando el lugar, ignorando la presencia del peli-rosa.

El rubio se dejó caer, abrazando sus rodillas y hundiendo su rostro en ellas. Mientras que el peli-rosa se arrodilla, picando con fuerza su ante brazo.

—¿Otra confesión?

—Si.... Desde que ese estúpido rumor se esparció, no dejan de molestar. Ahora entiendo a Teru-Nii. -estiró sus piernas, mientras apoyaba su cabeza en el barandal.- Cuando encuentre al culpable de esparcir ese rumor ¡lo mataré!

Una pequeña imagen del menor de los Yugi rodeado por varios alumnos de secundaria, susurrandoles un par de cosas; apareció en la mente del peli-rosa.

—Si claro. -habló Mitsuba, observando a su compañero, que lanzaba golpes al aire.

—Oh, por cierto. ¿Que haces aquí, Mitsuba?

—Tu me dejaste una nota, citandome en este lugar. -explica acercando la nota a su contrario.

—Oh~, lo había olvidado. -responde con su mano en su nuca, un poco apenado, mientras le dedica una sonrisa al peli-rosa.- Pero me alegra que vinieras.

𝐏𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫 𝐁𝐞𝐬𝐨                   「Mitsukou」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora