Capítulo 10: Mentira

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[ChanYeol]

¿Por qué tardaba tanto? Dijo que solo irían a cenar y ya es de madrugada. Al menos podría contestar al maldito móvil, ¡pero no! ¿Por qué hacer eso? ¿Por qué tranquilizar a ChanYeol mandándole un mensaje diciéndole que todo está bien? ¡Ash! ¡Me frustraba hasta un punto inimaginable! Y lo peor de todo no era que lo hiciera, sino que me importara. Ahora estaba bajo el cuidado de su tío y a mí me seguía preocupando. ¡Era absurdo!

Después de que se marchó llamé a Felix, quien no tardó ni quince minutos en llegar, como si ya hubiera estado esperando mi llamada. Mentiría si dijera que no me alegró verle, pero a pesar de tener al pequeño rubio entre mis brazos, seguía pensando en el príncipe y su malcriada actitud para no dejarme un maldito correo avisándome de la hora a la que llegaría. Estaba tan distraído que terminé por decirle a Felix que sería mejor dejarlo para otro día. Insistí en acompañarle a su casa, pero se rehusó, alegando que Hyunjin pasaría a recogerle en cinco minutos sin ningún problema.

Agarré el móvil y llamé a SeHun por séptima vez consecutiva en la última hora. Había marcado tantas veces su número que hasta lo memoricé.

PIB PIB PIB...

¡Joder!

Marqué de nuevo y esperé impaciente, recibiendo la misma respuesta del aparato.

PIB PIB PIB...

Tenía el teléfono apagado.

Suspiré y me pasé la mano por el pelo con frustración. No podía irme a dormir sin saber dónde estaba SeHun, simplemente no podía. Y mucho menos después de lo raro que había estado antes de salir, de su extraño comportamiento de estos días.

Chasqué la lengua y agarré el primer abrigo que encontré en la entrada para segundos después salir corriendo por las escaleras, abandonando el edificio.

<< SeHun, voy a buscarte>>

<< Te preguntarás que cómo voy encontrarte si no tengo ni puta idea de donde estas>>

<< ¡PUES YO TAMPOCO LO SÉ! ¡Así que haz el favor de encender el maldito móvil y responderme!>>

Volví a guardar el celular en mi bolsillo trasero, recorriendo las calles del barrio a paso rápido. Hacía tanto frío que aún teniendo los dedos en el bolsillo de mi abrigo, podía sentir como se helaban. Las calles estaban llenas de personas exhalando vaho a medida que hablaban, pero ninguna de ellas era SeHun. Seguí caminando, escondido tras mi capucha para no llamar mucho la atención, hasta que sentí una vibración en mis pantalones.

—¡SeHun!

Saqué el móvil a toda velocidad del bolsillo y lo descolgué sin mirar siquiera la pantalla, actitud muy irresponsable por mi parte, pero es que siempre que se trataba del príncipe perdía cualquier parte precavida que quedara en mí.

—¿SeHun?

Mierda, esa voz no era la de mi príncipe. Miré la pantalla, observando el remitente, y maldije en voz baja al percatarme de mi equivocación.

—Perdone señor, me confundí.

—¿No estás con mi sobrino?

—¿No está usted con él? —me esforcé para que la preocupación que sentía en este momento, no se reflejara en mi voz.

—Le dejé en el supermercado de vuestra calle cerca de una hora. Dijo que tenía que parar a comprar algo.

¡Genial, tenía una dirección! Comencé a caminar a paso rápido hasta el punto donde debería estar el peligris. Chocaba con varias personas, pero poco me importaba. En este momento solo me centraba en llegar y encontrarle.

¿Y sí me tuviera que marchar? - ChanHunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora