No sabía por qué los campos de entrenamiento le causaban ese sentimiento de tranquilidad, pero ahí se encontraba, sentada debajo de un gran árbol, aquella kunoichi de cabellos rosados.
Por lo general se dirigía ahí para descansar después de un largo día en el hospital, no es que no le gustara su trabajo, al contrario, lo amaba, pero sus responsabilidades estaban aumentando últimamente y eso la dejaba exhausta. Solo se sentaba un par de horas a pensar en nada o eso trataba, pero nunca lograba despejar su mente completamente, a veces se quedaba dormida.
Los pensamientos que más la seguían eran sobre su propia vida, jamás pensó que llegaría a este punto, en sus fantasías infantiles terminaba casada con su primer amor, 1 o tal vez 2 hijos, una vida tranquila, en su adolescencia olvido ese sueño en su totalidad cuando su compañero se volvió un desertor sin mencionar las veces que intentó matarla, sus fantasías quedaron en el olvido, durante la guerra solamente agradecía seguir respirando, después de ese caos se dedicó totalmente a la aldea, el romance y todo eso quedó en un segundo plano al que no le daba mucha importancia a pesar de la insistencia de su amiga.
Este día era especialmente triste, se conmemoraban un par de años de la guerra, parecía que el clima lo sabía, desde temprano estaba nublado amenazando con llover con una brisa melancólica, sus pensamientos comenzaron a ir inevitablemente a ese día, murieron tantas personas, nunca había sentido tanta impotencia, al ser médico y ver que no podía detenerse a ayudar, que sus fuerzas no eran suficientes para salvarlos a todos. Esos malditos pensamientos la hacían sentir tan pequeña, que su existencia podría desaparecer en pocos segundos; sus párpados comenzaron a sentirse tan pesados.
Cuando estaba a punto de caer dormida no sintió cuando una persona se acercaba a ese lugar hasta que hablo.– Sakura, ¿por qué lloras? – Pregunto una voz preocupada.
– Ehh… yo… – Ella no se había percatado de las pequeñas gotas que caían de sus ojos.
Al no tener respuesta se preocupó un poco más, así que se acercó con cautela un tanto más de lo permitido, puso una de sus manos sobre su mejilla, tocándola con mucho cuidado, para secar las lágrimas con su pulgar. La reacción de la peli rosa fue muy pobre, qué sería lo que pasaba por su mente para tenerla así. Lo único que pudo hacer fue sentarse junto a ella esperando que hablara con él.
Al sentir aquella calidez a su lado reaccionó lentamente, no se dio cuenta que ella misma se perdió en sus pensamientos.– Hokage-sama. – Dijo Sakura sorprendida.
– Vamos no es necesario que me llames así, solo hazlo como siempre.
– Sensei. – Soltó ella.
– Fui uno pésimo para ti.
– Sempai. – Dijo ella, ya en tono de broma.
– Solo mi nombre Sakura. – Contestó él un poco tímido.
Ella río por la reacción que causo en el poderoso Hokage, poco a poco fue olvidando la tristeza que cargaba, odiaba preocupar a la gente, si, tenía que agradecerle a su ex sensei.
– Lo siento Kakashi. – Río divertida. – ¿Qué hace por aquí? – Pregunto curiosa.
Noto que el humor de la medico mejoraba eso lo hizo sentir mejor, pero aun así le intrigaba la razón por la que lloraba recién.
– Bueno solo daba una vuelta sin rumbo y te vi aquí sentada, pero dime estas bien, ¿por qué llorabas? – Cuestionó más serio.
– Bueno… – No sabía qué decirle, no quería mentirle, pero tampoco quería preocuparlo, ya tenía suficientes responsabilidades cuidando la aldea.
– ¿Mal día en el hospital?
– No para nada, amo trabajar ahí, todos los días, aunque termine muerta, me encanta.
ESTÁS LEYENDO
Oneshots Kakasaku
FanfictionMe encanta shipear parejas que no existen, esta es una de mis favoritas y le dedicare varias historias cortas. Espero que les guste. Advertencia de contenido para adultos. Los personajes que aqui se mencionan no son mios le pertenecen al señor Masas...