Prólogo

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1944

Cuentan los veteranos que antaño a la república de Weimar existió un imperio en Europa, no muy basto desde siempre pero que representó la unificación de todos los pequeños pueblos germanos y que llegó a abarcar desde lo más oriental de Prusia hasta la antes francesa Alsacia. Cuentan los veteranos que un día no muy lejano estalló una guerra, la más grande y mortífera de todas, tan extensa que los frentes estancados se extendían por cientos de kilómetros y sobre estos enjambres de máquinas volantes combatían ferozmente hasta llenar el cielo de plomo. Aviones de ambos bandos caían al suelo mutilados, encendidos en llamas como una antorcha o simplemente porque algo falló en ellos. Aún así, eventualmente se definió un ganador. ¿Cómo se pudo perder esa guerra?, ¿Qué se hizo para firmar en Versalles?. Las consecuencias de las múltiples desgracias que pasó el territorio teutón tras su derrota convergieron en el ascenso del nacional socialismo al poder y con el la creación de un nuevo imperio, uno maldito desde sus cimientos, plagado de corrupción y desacuerdo no podía salvarse del fatal destino que le esperaba. Derrotado en Oriente por el fracaso de la campaña en Stalingrado y Kursk no tuvo más opción que comenzar con una agonizante retirada, aunque ni siquiera en casa estaban seguros aquellos que regresaban del frente ruso. La muerte venía desde el aire a torrentes, ya sea por una bala o por una bomba de la alianza anglosajona, beligerante del bando aliado que llevaba la guerra a territorio alemán mediante el bombardeo.

Nota: Esta es mi primera vez escribiendo en tercera persona, discúlpeme los errores futuros, también aclarar que esta es una obra de ficción histórica (y otros subgéneros menores), incorporará tanto elementos reales como ficticios. Gracias :3. 

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