3.-Cargas

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Kakashi comenzó a visitar con frecuencia la cafetería donde Yamato trabajaba, este último se aseguraba de ser siempre quien lo atendiera, Yamato debia admitir que Kakashi era alguien apuesto, no podía negar que sentía atracción hacia su físico, además de que también le resultaba agradable.

—Señor Kakashi, no desde hace unos días que no viene junto a Obito —mencionó Yamato mientras recogía los trastes vacíos de la comida de Kakashi

—Te he dicho que dejes las formalidades

—Lo lamento, pero me cuesta un poco hacerlo —se disculpó sonriendo de forma torpe

—Y sobre lo otro, Obito y yo tuvimos unas diferencias sobre...el trabajo

—Oh, así que son compañeros de trabajo también, con razón visten de forma muy similar. Espero que solucionen sus problemas pronto

—Gracias —Kakashi se levantó —. Nos vemos después

—Como siempre espero verlo pronto Kakashi

Kakashi salió del local y reviso las tarjetas para dirigirse al lugar donde debía recoger el alma. Al llegar noto que había varios shinigamis más en el lugar, la tarjeta decía que su alma fallecía en un accidente automovilístico, por lo que era normal ver que habría más almas que recoger.

—Así que habrá 5 víctimas —comentó uno de los shinigami al verlo llegar

—Eso parece —dijo Kakashi para colocarse su sombrero dejando de ser visible

— ¿Y Obito? —preguntó un hombre moreno más alto que él

—No lo sé, no soy su niñera

—Es que es raro no verte con él, siempre están juntos

—Pues ahora no

—Obito ha estado actuando raro últimamente —habló un chico que parecía ser más joven que ambos — ¿no sabes sobre eso tampoco?

—No tengo la menor idea en que cosas está metido —contestó Kakashi sin darle importancia cosa que extraño a sus compañeros

—Ya casi es hora —dijo un pelirrojo viendo su reloj

—No me gusta para nada este tipo de accidentes, me desagrada recoger niños —comentó el más joven viendo su tarjeta, su alma tenía apenas 7 años

—A nadie le gusta Haku, pero es nuestro trabajo—el moreno puso su mano sobre el hombro del chico para reconfortarlo

—Ojala algún día podamos terminar este castigo y pasar a nuestra siguiente vida, cuando eso pase quiero ir junto a usted Zabuza —dijo Haku levantando su cabeza para ver al mayor con una sonrisa

—Si eso pasa ni siquiera lo recordaras —habló un rubio

—Déjalos Deidara, puede que incluso Dios se pueda apiadar de sus almas y les conceda algún milagro —dijo el pelirrojo

—Hmp, esas son tonterías, Dios no se apiadaría de almas como las nuestras. Ahora que lo recuerdo, tú estás cerca de cumplir tu sentencia, ¿no Sasori? Cuando lo hagas intenta que dios se apiade de tu pecadora alma y veámonos en la siguiente vida

—Bien, veré si soy digno de la misericordia de Dios

Kakashi escuchaba la conversación sin meterse en esta, ¿qué convertía a alguien en ser digno de algo como un milagro concedido por Dios? Creía que el hecho de ser pecadores no los hacia dignos.

Un rostro familiar se hizo presente al otro lado de la acera, Rin esperaba el cambio del semáforo para poder cruzar.

— ¿Ese de ahí no es Obito? —preguntó Haku viéndolo acercarse corriendo

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