Esǫᴜɪᴢᴏ ❀ [CʜᴀɴBᴀᴇᴋ]ᴬᵈᵃᵖ

𝘵𝘦𝘯

Era otro día, eran aproximadamente las seis de la mañana. LuHan el día anterior había salido con SeHun, un amigo también de Han.

Por otro lado, BaekHyun y ChanYeol estaban tendidos sobre la cama, durmiendo plácida y pacíficamente.

BaekHyun, como siempre, fue el primero en abrir los ojos, aunque ChanYeol ya estaba despierto, solo que tenía tanta pereza que ni abría los ojos.

—¿Channie? –. Preguntó en voz suave BaekHyun, quien se acercó al cuerpo contrario para poder tomar una de sus manos. —¿Estas despierto?

Park negó suavemente con su cabeza en forma de broma, decidiendose al fin por abrir sus ojos y ver el hermoso rostro, de su amado adormilado. Le gustaba tanto que sentía que su corazón algún día explotaria por no saber cómo sacar esos sentimientos dentro de sí.

Amaba la manera en la que lo miraba, estaba agradecido por haberlo conocido por mil y un cosas, una de ellas era vital; le hacía perder el miedo que tenía a sus "amigos" desde que era pequeño, realmente no sabía cómo agradecerle por tanto.

BaekHyun, llevó la mano que tenía de Park hasta su corazón con tranquilidad y espero alguna reacción por parte del mayor. Inconscientemente sus mejillas tomaron un color rosa, dando entender al mayor que estaba avergonzado. ChanYeol podía sentir cada latido del corazón de su Baekkie, cada emoción, cada pensamiento sin siquiera oír un sonido más que el silencio y el sonido de los latidos del menor. Se oían tan suavemente, como la melodia danzante de agua cayendo en una suave llovizna otoñal.

—Te amo. –. Se atrevió a decir, finalmente rompiendo el silencio, oyendo luego una suave risa que se había escapado de los labios de BaekHyun. Le lanzó una mirada confusa y Baek solo negó con su cabeza avergonzado.

—Es sólo que... También lo amo, creo que me puse nervioso. –. Admitió con bastante confianza y luego llevo una de sus manos hasta su rostro, cubriendolo.

El castaño no pudo evitar reír levemente y acercarse, para poder quitar la mano de BaekHyun que cubría su propio rostro avergonzado. Una de las cosas que más amaba de BaekHyun, era sin dudas su vergüenza. Amaba cómo actuaba ante esta, como si fuese un pequeño animalito buscando refugiarse.

—Ests bien, creo que también lo estoy. –. Hablo y rio suavemente. —Seamos una pareja enamoradiza y nerviosa entonces. –. Bromeó.

—A diferencia de que usted esta enfermo y eso le pone más nervioso. –. Puchereo.

—¿Me das mis pastillas, Baekkie?

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¡BaekHyun no lo podía creer! ChanYeol había estado tomando sus pastillas a su hora correspondiente, realmente estaba haciendo el esfuerzo por mejorar y controlar con lo que vivía a diario.

Era increíble, su corazón no podía evitar decirle que ese cambio lo había logrado él y sólo él, realmente se había estado esmerando en que Park tomara sus pastillas y lo había logrado, se sentía realizado.

—¿En qué piensas?

La voz del mayor interrumpió su felicitación a sí mismo en su mente y detuvo el leve balanceo que causaba su movimiento corporal sobre el columpio.

En contexto, ambos estaban en el parque, viendo como el sol se escondía para dar paso a la estelar noche que caía lentamente.

—En nada. –. Dijo el menor. —Es que, me sorprende que haya tomado sus pastillas, hyung.

ChanYeol sonrió, sintiendo que al fin había hecho algo bien. Cada que aquel efecto estaba por acabarse, tenía miedo de que algunos de sus "amigos" llegara y le gritase que detuviera su escándalo y no le permitiera tomar aquellas pastillas que los hacían desaparecer por horas. Por suerte, había estado siguiendo su horario de pastillas y se sentía bastante bien de hacer algo bien, su autoestima estaba creciendo –lento, pero era un avance–, se sentía más tranquilo y feliz de hacer feliz a BaekHyun.

—Y ahora, ¿en qué piensa usted, Channie hyung? –. Preguntó Byun con voz suave, volviendo a su leve balanceo en el juego infantil.

ChanYeol negó levemente con la cabeza, dándole a entender que no se trataba de nada que creyera importante.

—Seguro que de allá arriba se ha de ver mejor el atardecer.

—¡Tiene razón! Vamos hyung.

Baek detuvo su balanceo nuevamente, ahora para poder levantarse y prácticamente correr hacia unas pequeñas escaleras que daban a una pequeña casita hecha de madera, justo arriba de un árbol. Aquella pequeña casa era parte de los juegos infantiles, pero estaba lleno de grafittis al ser usado mayormente por adolescentes, ya que era demasiado alto como para que un niño pequeño se subiera.

El mayor siguió el paso del pequeño castaño, subiendo finalmente aquellas escaleras. Ambos terminaron sentados sobre el piso marrón con dibujos y letras pintadas, balanceando sus piernas gracias a la ausencia de una pared en uno de los costados de la casa. Veían como el sol se retiraba de su trabajo y la luna se apoderaba de la guardia nocturna.

—Es bonito.

—Como tú. –. Se atrevió a decir Chan en cuanto escucho el comentario de BaekHyun sobre aquella preciosa imagen frente a sus rostros. —D-digo, tú eres más bonito obviamente.

El menor soltó otra pequeña risa y dejó su cabeza apoyada en el hombro del mayor, dejando también que este acariciara sus cabellos mientras el sol se iba por completo.

Cuando por fin la luna tomó el cielo, decidieron salir de las casa por unas puertecillas del otro lado, la cual daba a un larguísimo pasillo al aire libre –hecho de madera también–, el cual tenía una resbaladilla. ChanYeol fue el primero en bajar y rio ya estando abajo.

—¿Puedes bajar con los ojos cerrados? –. Pregunto abajo y BaekHyun solo asintió con su cabeza, confundido ante la extraña ocurrencia de hyung.

Bajó, efectivamente con sus ojos cerrados. Sintió algo bastante suave, como si fuera algodón uniéndose perfectamente a sus labios. ChanYeol lo estaba besando, tan suave, dulce y delicadamente que sentía que se perdería entre sus miles de sentimientos y las estrellas.

La noche era testigo de lo que ellos dos estaban pasando.

El pelinegro no pudo evitarlo e impulso de manera delicada el cuerpo de BaekHyun, apegandolo al plástico de la resbaladilla y posicionándose encima sin aplastarlo, aun besando aquellos labios que tanto anhelaba tener siempre con él.

BaekHyun por otra parte, pasó sus manos por los cabellos de ChanYeol, sintiéndose aún más perdido. Pocas veces compartían besos, pero justo en ese momento, era lo mejor del universo entero y podía jurar sentir su corazón latiendo con fuerza y estar sincronizado con los latidos de Park.

N/A: Son tan tiernos hahsjdhis yo me pongo soft cada que me los imagino besándose, di0s estoy maL ㅠ~ㅠ

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