Lovely Boy [HP/PJO]

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Para alegría de Percy, había recibido visitas furtivas de parte de Harry desde finales de octubre.

Para sus adentros, Percy se decía que Harry había comenzado a cortejarlo (si esos regalos repentinos con significados profundos decían algo), sin embargo era muy tímido para mencionarlo en voz alta.

Eso fue más obvio a finales de Enero, cuando volvió a obtener un beso de los labios de Harry.

—¿Entonces...?

—Es como tú lo prefieras —dijo Harry, dejando un beso en su frente.

—¿Puedes... Puedes seguir?

Harry asintió, volviendo a besarlo.

Los labios de Harry eran tibios, suaves y lo llenaban de un sentimiento de tranquilidad, el beso no era nada de otro mundo, no era hambriento, era paciente.

Era el beso de dos personas que se habían estado esperando la una a la otra, valga la redundancia, un beso de amor.

Porque Percy comenzó a amar a Harry.

Y Harry comenzó a amar a Percy.

Ese mismo día, durante la noche, Percy fue chillando a donde su madre, no explicó nada, simplemente compartió su emoción.

Su madre no lo entendía, sin embargo, sonrió entre cada oración incoherente.

***

Aquel día, Perseus Jackson se enfrentaba al punto crítico de la guerra contra los titanes, tomó el regalo que Harry le había dado, apenas había unas pocas gotas en el frasco, suficientes para una persona, había dicho.

Estaba asesinando monstruos a diestra y siniestra, los mismos que no lograban hacerle daño por su maldición.

La maldición de Aquiles.

Harry no se miraba por ningún lado, lo que le hacía creer que nadie había muerto.

Aunque, francamente, sabía que estaba equivocado.

Harry no estaba ahí, solo porque no estaba reclamando las almas no significaba que...

Se distrajo.

Paul había tomado una espada y estaba atacando monstruos, pero desde la quinta avenida Nico y Harry caminaban a zancadas, con la Srita. O'Leary ladrando alegre, abrieron filas por el fuerte aura de muerte.

Harry lo miró con disculpa, acercándose a varias pilas de personas, reclamando sus almas, su madre, quien estaba hurgando en una patrulla de policía lo miró sin entender.

Un monstruo casi ataca a su madre, esta disparó una escopeta y lo alejó, al final, Paul lo atravesó con su espada.

Harry se acercó a ellos, Percy sintió el corazón en la garganta y corrió hacia donde estaba Harry y sus padres, el gesto de horror no pasó desapercibido por nadie.

—Ellos...

—No te preocupes —dijo Harry—. No son ellos.

Percy dejó salir un suspiro, sin embargo, observó cerca de ellos, un mortal.

Harry esperó al rededor de un minuto antes de tocar la frente del mortal.

—¿Qué...? —preguntó Sally, Harry sonrió apenado.

—Percy, deberías de ir —dijo Harry—. Mi Señor Hades estará ayudando con las líneas de Cronos, ve al Olimpo, gana esta guerra. Confío en ti.

Las mejillas de Percy tomaron color, se acercó a Harry y lo atrajo a él, dejando un beso en sus labios.

Harry suspiró, abrazándolo antes de alejarse.