Lovely Boy [HP/PJO]

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—¿Entonces? —preguntó Percy, curioso—. Antes de ser Lugarteniente de Hades, ¿qué hacías? ¿Dónde naciste? —murmuró, recargando su cabeza en el hombro de Harry, quien era más alto que él, mientras seguían moviéndose de un lado a otro al ritmo de la música.

Harry se rió, Percy era demasiado curioso.

—Estudiaba en un colegio en Escocia —anunció—. Un colegio de magia.

—¿Eres un mago? —alzó la cabeza, los ojos le brillaban—. ¿Con calderos, varitas y así?

—Sí —dijo Harry—. Soy una figura emblemática en el mundo mágico, me conocen como el-niño-que-vivió-y-venció. Un título demasiado largo. Después de eso trabajé como Auror, uh, policía mágico y llegué a estados unidos. Aquí traté de suicidarme, la culpa me carcomía. Pero yo era señor de la muerte, no podía morir —susurró—. Entonces, mi señor llegó, ofreciéndome un lugar en el inframundo siempre y cuando me convirtiera en el señor de la muerte. Soy el encargado de reclamar las almas de quienes mueren de manera violenta.

—Wow... ¿y sigues... Atendiendo tus asuntos en el mundo mágico?

—Por supuesto —dijo, con una risa—. Tengo tres casas que mantener. Sigo viendo a mis amigos también, mi mejor amiga está a unos años de postularse para ministra de magia y soy padrino de dos hermosos niños —en su voz había un tono de orgullo—. Pero tenía que estar aquí para ver a mi hermana. Sino... Estaría en Inglaterra, o en el inframundo.

Harry sintió que Percy asentía, afirmando su agarre en sus caderas con un suspiro.

—Eh... Harry —escuchó.

—¿Ocurre algo?

—Mmm... Quiero hacer algo —murmuró, aún con su cabeza en el hueco de su cuello—. ¿Te molestaría?

—P-pues... Supongo que no.

Harry se sintió triste, tal vez Percy se iría con aquella chica rubia, o tal vez quería irse pero no quería decirle.

Y de todos los escenarios en su mente, no creyó que lo que acababa de pasar estuviera pasando.

Sintió los labios de Percy sobre los suyos, después los movió ligeramente y Harry captó, siguiendo el beso.

Se sintió correcto mientras dejaba que Percy llevara el beso, sintió que era correcto tener una de sus manos entrelazada con la de Percy, sintió que era correcto que un brazo de Percy lo sostuviera con la fuerza suficiente del cuello.

Simplemente se sintió correcto ese momento. Se sintió mágico.

Lejos de ahí, su padre, Zeus, boqueaba al verlo compartir un beso con el hijo de Poseidón, mientras cierta diosa sonreía complacida.

***

El siguiente verano, antes del décimo quinto cumpleaños de Percy, la batalla del laberinto tuvo comienzo y final.

Momento inoportuno para ver a Harry, por supuesto.

Percy tenía entendido que Harry aparecía cuando los héroes morían de manera violenta, en batalla, había dicho.

Nadie más que Percy parecía notar el movimiento sutil del semidiós inmortal, algunos cuerpos fueron tocados con muchísima suavidad los cuerpos en el piso, en aquel momento parecían exhalar su último suspiro.

Percy supo que era por eso.

Harry estaba reclamando sus almas.

Al final, se quedó de pie a su lado.

—¿Tengo que morir? —le preguntó, suavemente.

A pesar de estar aterrado, si era Harry quien reclamaría su alma, no pondría oposición.