Neko-내꺼 (Jeon Jungkook) +18 Lemon/Heterosexual

Verso 4

Hace muchos años había una pareja de empresarios famosa en Corea, no de buena manera desafortunadamente, tenían casinos clandestinos en todo el país, como sabrás en ese tiempo las apuestas estaban prohibidas para los ciudadanos y que pasa cuando prohíbes algo? Así es, lo hace desearlo aun más. Está pareja aprovechó aquel deseo de las personas por malgastar su dinero, si pensaban hacerlo, ellos serían los que recolectarian aquellos won.

Empezaron con un par de sucias bodegas, la gente se juntaba por docena, así que fueron creciendo cada vez más, abrían un lugar nuevo cada mes, la policía al principio allanaba y clausuraba cada lugar, con el tiempo por cada casa de apuestas cerradas se abrían 2 más, el dinero que ganaban era impresionante, el ser humano siempre quiere más, no importa lo que sea son ambiciosos, que puedo decir, es nuestra naturaleza y también era la de aquel par, decidieron entrar al negocio de las drogas para empezar a venderlas en sus lugares y ganar un más dinero.

Valla par de valientes no crees? Apuestas, drogas, que más podían incluir? Fácil de adivinar, aquello que mueve al mundo y las personas... El sexo. Era todo el paquete incluído en aquellos lugares, obviamente se hicieron con el poder de todos los lugares clandestinos del pais, con tanto dinero, sobornar a la policía no fue ningún problema, además de que muchos políticos eran clientes regulares.

Lo tenían todo, que más podían pedir? Eran millonarios, respetados y temidos. Les faltaba un heredero por su puesto, tenían que concebir a alguien que siguiera el mal camino, así que hace 29 años engendraron a un pequeño e inocente barón, lo llamaron jungkook, era un nombre fuerte o eso creían mis despreciables padres.

Mi crecimiento fue una mierda, nunca tuve a mis progenitores junto a mi, su mayor interés en ese tiempo era el negocio, fui criado por nanas, me brindaron mucho amor, pero en cuanto cumpli 10 años, corrieron a todas a cada una de esas personas que se preocupaban por mi.

Mis padres creyeron que era tiempo de aprender del negocio familiar, nuestra mansión siempre estaba repleta de narcotraficantes trayendo droga, cuartos llenos de ella y cuartos llenos de dinero, no confiaban en los bancos, así que todo era resguardado en nuestro hogar. Un lugar alejado de la civilización y difícil de encontrar.

También había mujeres, muchas, de todas nacionalidades, eran muy jóvenes, la trata de blancas era tan fácil en ese tiempo.

Recuerdo una noche en que un nuevo cargamento de chicas llegó, yo dormía temprano como el niño que era en ese entonces, pero los gritos y lloriqueos me despertaron. Salí de mi habitación y me acerque hasta el barandal, me asome, ví a aquellas mujeres abrazarse con miedo, suplicando por su liberación. Los guardias solo rieron divertidos.

Mi padre y madre aparecieron de repente, revisaban a cada una de las chicas, hicieron que se desvistiera, las que no tenían buen cuerpo o tenían alguna imperfección fueron llevadas fuera, yo cerré los ojos cuando disparos se escucharon, las asesinaron sin ningún arrepentimiento, como si fueran cerdos llevados al matadero.

Las chicas que quedaron entraron en pánico, comenzando a gritar desesperadas, las miradas de horror en sus rostros jamás las olvidare.

A mis padres les molestaba el ruido sabes, no me dejaban jugar libremente por la casa ya que como cualquier niño normal era escandaloso, solían golpearme cuando me escuchaban, así aprendí a guardar siempre silencio y ser cauteloso.

Bien pues al escuchar aquellos gritos mis padres ordenaron inyectar tranquilizantes a aquellas chicas, lentamente callaron y cayeron al piso una a una. Mi padre dió la orden de "estrenarlas" a sus guardias, sería su trabajo de ahora en adelante así que mejor empezar cuánto antes. Aquella docena de hombres sonrieron entre si, desabrochando sus cinturones y violando a todas y cada una de ellas, fácilmente 5 hombres pasaron por cada chica, sus rostros desfigurados por el miedo y la impotencia era desgarrador.