-¡Sara! ¡Las maletas ya están hechas! ¡Baja inmediatamente o tu padre subirá a por ti!- Gritó su madre desde abajo.
-¡Paso!- Gritó Sara.
-Ya voy yo a por ella.- Dijo su padre mientras subía las escaleras. Entró en el cuarto de Sara y la encontró tumbada en su cama.
-Sara vámonos, que se hace tarde.
-¡Papá, no quiero ir, por favor!
- Lo siento cielo, es por tu propio bien. Además es un campamento muy bonito y agradable, harás montones de amigos. Zaragoza es precioso.
-¿¿¿Zaragoza??? ¿¿El campamento está en Zaragoza??
- Sí. Ahora vámonos, que se hace tarde.
En el coche, durante el trayecto, Sara no paraba de quejarse.
-¡Menos mal que vamos a estar tres semanas sin oír sus quejas!- Dijo su madre.
-¡No me queréis! ¡Está claro que no me queréis!
-Cállate ya, por favor. Mira allí está el campamento, esa es la monitora, se llama Rosa.
-Puag, que nombre más feo. -protestó Sara.
-¡Hola Sara! ¡Bienvenida al campamento de verano "Paraíso Soleado"! Lo pasarás genial estas tres semanas. Venga, despídete de tus padres que te tengo que enseñar tu habitación.-dijo Rosa, la monitora.
-Adiós mamá, adiós papá.- Dijo Sara con cara enfadada.
-¡Adiós Sara!- dijeron los dos a la vez abrazándola.
Cuando sus padres se marcharon, Rosa llevó a Sara a su habitación, un poco pequeña y algo siniestra.
-Guarda tu ropa en este armario y coloca tus cosas en esa estantería de allí. Tengo que irme a dar la bienvenida a los demás alumnos. Volveré en media hora para ver como vas.
Rosa se fue y cerró la puerta y Sara se quedó sola en esa siniestra habitación. Colocó sus cosas y su ropa, pero, de repente, oye:
-¡Sara! ¡Sara! ¡Dile a Rosa que lo conseguí!
Sara se asustó un montón, no sabía de dónde provenía la voz y no sabía que podía hacer.
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Melanie
TerrorUna chica llamada Sara se va de campamento. Lo que no sabe es qué y quién la esperan allí...