4:30 a.m.
Un grito aterrador retumbó por todo el edificio haciendo que despertara, el grito duro unos minutos después todo fue silencio, un sudor frio empezó a bajar por mi rostro y en todo mi cuerpo, conocía ese grito, pero no podía ser. Hace años que no lo escuchaba, me negaba a aceptar que se tratase de lo mismo, era otra cosa, ¿tal vez un perro? No, no puede ser un perro, ese grito siempre lo escuchaba cuando iba con mi padre a las frías celdas de las criaturas que solo existían para atormentar a los humanos y una que otra alma atormentada, pero yo no podía tener miedo.
Me negaba a tener miedo, yo hija de uno de los mas grandes dioses no me podía permitir tener miedo, no lo tuve siendo niña no lo tendré ahora siendo mayor y capas de cuidarme; saque valor y tome mi casco de invisibilidad, el cual esta bendecido por el mismo Hades en persona, no puedo decepcionarlo con las enseñanzas que me ha dado.
Con una plegaria les pido de que no sea lo que estoy pensado y que solo sea un simple grito humano, siento como mi corazón bombea sangre a todo mi cuerpo y me preparo para saltar por la ventana, el aire frio hace que recuerde cuando solía escapar por las ventanas con tal de pasear por los rincones del reino de mi padre, desecho mis pensamientos cuando aterrizo e invoco a mi espada Azul, nombre que le puse de niña por su color azul brillante.
-tanto tiempo querida- dice cuando la toco. Esta espada y yo tenemos un vínculo, fue forjada el día de mi nacimiento y por ello nuestro vinculo es muy fuete.
En el callejón una sombra grande se pasea como si estuviera buscando algo y es cuando lo siento, un humano esta aterrado en una de las esquinas del callejón a varios metros de distancia con la criatura, ninguno se percata de mi presencia hasta que me hago notar
- ¿Disculpa, criatura, podrías dejar al humano? - digo con una sonrisa sínica
La criatura voltea y me observa con sus ojos negros, me analiza bien y parece que me reconoce se me abalanza encima mío y yo alzo a Azul, activo mi casco para que la creatura no me detecte y asi pueda ganarle mas rapido
-como en los viejos tiempos-susurro para ambas
Corto uno de los brazos y enseguida otro le crece, lo pateo y este cae cerca del chico, pensé que ya se había ido, pero al parecer esta desmayado, maldición, humano débil. La criatura se pone de pie y corre hacia mi lo recibo abalanzo mi espada hacia el y cuando parece que me tocara le corto la cabeza y su cuerpo se hace cenizas
-al infierno perteneces, que tu alma vuelva a el-digo antes de voltear a ver al chico, por Hades, con que por eso esta desmayado.
Tiene una mordida en el hombro y mucha sangre le escurre, no tengo más opción que llevarlo a mi habitación para untarle algún remedio para que no se le infecte y si es posible que se le quite por completo.
Le tengo que quitar el suéter y cuando lo levanto veo otra cosa por la cual preocuparme, una marca, no cualquiera, la marca de Ares, este chico es...
No, me niego a creer eso, se mostro cobarde, nada que ver con Ares, solo es una casualidad. Pero tal vez... NO. Es imposible. Lo termino de curar y espero a que despierte, tengo cosas que preguntar.
No debo sacar conclusiones apresuradas.
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Mi trono
Science FictionCuenta la mitología griega que existía una joven y bella doncella, hija de una de las grandes diosas, era la joven más hermosa de todas. La bella Perséfone, la noble muchacha que logró conquistar al ser más destructivo, sanguinario y difícil de trat...