Aguas Termales

Verte es un soplo de aire que me
inspira, me alimenta, me excita, 
me tranquiliza, me perturba, 
me mata...
Compadécete de mí...

(Pov Izuna) 

¿Hace cuanto se enamoró de ese albino?

La verdad no se acordaba, y no le importaba.

Se había enamorado tanto de él, que se preocupaba por él cuando no dormía, comía, descansaba aunque lo hacía de la forma más "disimulada" posible su hermano se había enterado.

Unos de sus placeres culpables era verlo entrenar y mas si lo hacía sin camisa, pueden tomarlo como pervertido pero no le importaba.

Justo ahora tenía a su vista el fornido cuerpo del albino.

—¿Cómo terminamos así? —pensaba el azabache mientras agarraba sus piernas desde la parte de atrás de sus muslos y estaba solo con el albino en Aguas Termales. 

- - - - - 

(Hace muchas horas atrás.) 

—¿Mañana viajaremos? —pregunto Izuna mientras lamia un helado ya que el sol estaba increíble fuerte 

Su hermano solo hizo un gesto de afirmación a su hermano menor que estaba a lado suyo. 

—Si, será un viaje entre tu y yo, hace tiempo que no hacíamos eso — dijo el azabache mientras se acostaba en el suelo de la sala de su casa, donde tenían las puertas abiertas ya que era una casa tradicional. 

—Siento decepcionarte, pero, no solo iremos tu y yo… 

—¿Entonces? 

—Iremos con Hashi.... —dijo el Uchiha mayor tarareando 

Ya sabía lo que faltaba en la oración...

—Y la rata Blanca —Soltó una sonrisa  —Pero yo y Hashirama estaremos un poco ocupados.

— Entonces me quedaré solo con… —comenzo el chico dudoso 

—No, te vienes conmigo y Hashi, no te voy a dejar solo con él.

El Uchiha menor soltó un suspiro.

- - - - - 

—¡Ya estamos aquí! —Anuncio en un grito el Senju mayor, Hashirama.

—Callate, ya todo el mundo se entere —dijo ell Uchiha mayor poniéndose al lado del otro.

Se puso nervioso y no quería que su hermano se fuera, pero cuando lo vio ir con Hashirama, todo su cuerpo se alertó y se puso más nervioso de lo normal.

«No, no te vallas, dijiste que me dejarías solo con él» pensó un poco desesperado, el albino se le acercó.

— ¿Me acompañas? —dijo con una pequeña sonrisa el albino, había algo raro en él.

—¿A-adonde? —preguntó un poco confuso y nervioso por la amabilidad con las que lo invitó.

- - - - - - 

Estaban comiendo, no Izuna estaba comiendo en un puesto de Dangos, y ya que el al otro no le gustaban mucho no comía, solo lo miraba al menor, solo estaba ahí viendo la mejillas rosadas del pelinegro que comía alegre.

—¿Qué tanto me ves? —dijo el menor cuando sintió su mirada.

—Tienes las mejillas rosas —dijo viendo que se sonrojo aún más —, ahora están rojas.

Ahora si se estaba comenzando a preocupar, Tobirama era alguien frío de pocas palabras y con él lo era aún más, para el azabache eso era extraño e incómodo pero se sentía bien.