capitulo 20

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Pov. Narrador
Aizawa odiaba las visitas, sus alumnos comprobaron eso el día que fueron los 21 chicos a dejarle fruta y desearle una pronta recuperación la cual solo fue respondida con un- son muy ruidosos ¿no deberían estar entrenando?- gracias a eso y al conocimiento de los demás chicos de que ___ solía trabajar como repartidora por toda esa zona, ella termino siendo la encargada que ir y dejarle un par de cosas de parte de todos hasta de la vieja que casi todas las noche le iba a visitar para colarle comida ya que el odiaba la del hospital, tanto que podría dejar de comer por días. 

- con permiso...- dijo dándose entrada a la habitación del pelinegro encontrándose con un rubio casi muerto de lo dormido que se encontraba y a él, recostado mirando hacia la ventana añorando el día para poder irse de ese maldito y repulsivo lugar. Razón por la que uno de sus mejores amigos estaba allí, para que no escapara como acostumbraba hacerlo cada que se lastimaba de riesgo- ¿Cómo ah estado?

Esa última oración llamo la atención del contrario dejando una notoria mueca de felicidad al verla- la vieja te manda esto- fue rápidamente recibido por el mayor que solo había comido, en su opinión, la comida más insípida y fea de todo el maldito planeta- dile que gracias ¿Cómo van las clases?- ella solo le sobo la cabeza como él acostumbraba hacerlo con ___ cada que quería calmarla o darle cariño- se preocupa demasiado sensei- le dio un beso en la frente y procedió a retirarse- espero se mejore pronto. 

Dicho y hecho apenas unas semanas había pasado desde esa visita y hoy por fin era el día en el que Aizawa saldría de ese hospital, aunque tendrían algunos inconvenientes ya que este tendría que salir de viaje a una de las ciudades cercanas ya sea para hacer su declaración y para un par de cosas más de las cuales no podía hablar con la menor. Esa llamada sí que le decepciono un poco a ambos por su parte quería verle y abrazarle pero por otra ambos entendían las responsabilidades que tenía el mayor y quedaron en que pronto se volverían a ver.

Dos semanas en las cuales no se habían visto la cara, las únicas conversaciones que mantuvieron fueron a través de mensajes y llamadas que llegaban a durar horas. Temas como la visita de su padre y el cómo le había comentado el amor que había visto en sus ojos.

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- si viniste a verme mi pequeño pichón.

- solo quería ver cómo te morías en este lugar tan bonito.

- aaah me alegro que ni el arresto de tu padre les quitara ese brillo tan característico a tus lindos orbes.

- ¿de que estas hablando viejo?

- de amor mi linda hija... ese hombre con el que nos vimos la primera vez. Pude ver el mismo sentimiento.

- no se de que hablas...

- JAJAJAJA ¡es amor mi linda, linda niña!

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Pero de todos los temas de los que habían hablado este era el que menos se esperaba. Ocurrió al salir de clases, él sabía perfectamente los horarios de esta y así llegando a casa algo cansada luego del entrenamiento que se les proporcionaba por las tardes recibió la llamada ya antes programada gracias al mensaje del pelinegro unas horas antes.

Le contesto, pero todo en el tono de su voz era extraño se notaba algo nervioso, quizás también emocionado e irritado, pero entendió todo luego de esa frase que suplicaba aceptación y comprensión.

- cuando llegue quiero presentarte a alguien...

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- Fin de la primera temporada -

Continuara en...

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¿Tú? ¿Un padre?

¿Tú? ¿Un héroe? [Aizawa x tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora