Por ti || Katsudeku

.Introducción.

Omega de compañía.

En este mundo dividido por las castas y clases sociales un omega de compañía es poco más que "nada", por no decir directamente que no es "nada", pero eso no sería bien visto en este mundo moderno.

Izuku es un omega de compañía, nacido en un pequeño pueblo en Gales dentro de una familia de ganaderos que tuvo la suerte de que en uno de sus viajes a Londres fuera contratado en una casa como sirviente en la cocina, y dos años más tarde ofrecido como omega de compañía a Catherine Van Hooper cuando tenía 17 años; por supuesto que sus padres no se negaron, trabajaría con una adinerada mujer en los Estados Unidos, no podría ser mejor; obviamente sus padres no sabían lo que significaba ser un omega de compañía, pero no los culpen, después de todo eran simples campesinos que no habían ido a la escuela siquiera, no sabían cómo funcionaba el mundo fuera de su pequeña granja.

Para ellos fue apostar por un futuro mejor para su hijo, y para Izuku fue la oportunidad de tener una buena vida que le permitiera apoyar a sus padres con sus problemas económicos.

Sería duro, pero sería un ganar ganar.

Sus labores como omega de compañía no se parecían remotamente a los que tenía como sirviente, ya que aunque sus labores como sirviente eran de lo más agotadoras y pesadas, este trabajo era... más exigente.

Por supuesto que nunca recibió clases de etiqueta, clases de ningún tipo de hecho, todo lo que sabe lo aprendió por su cuenta mediante prueba y error, y vaya que tuvo errores.

Tuvo que aprender todo desde cero, pues resultó que todo lo que hacía normalmente era inapropiado para la alta sociedad. Aprendió a caminar, vestir, hablar, organizar tiempos e incluso tuvo que aprender a tener buen gusto y mejores sentidos. Debía poder acompañar a la señora Catherine por todo el mundo sin tener problemas por no saber el idioma y la ayudaba en todo, le ayudaba a vestirse, a cargar sus valijas, hablaba con el personal de la casa y de los distintos hoteles para que todo fuera agradable para ella, agendaba sus citas, compraba o mandaba comprar lo que ella pedía, organizaba sus eventos y la cuidaba cuando se sentía mal; debía saber hacer de todo, pues cuando se trataba de Van Hooper no había forma de saber lo que le iba a pedir.

Por suerte se trata de alguien tan sencillo y amable como Izuku, y él era feliz si al final del día podía guardar su paga para enviársela a sus padres en la granja, y por supuesto tomar un poco para comprar sus libretas y lápices de dibujo.