"Historia Sin Terminar" Bungou Stray Dogs

El cambio ¿akutagawa...?

Después de que halla pasado de las decadencias de las ratas.

Dazai intentó anular la habilidad del "vampiro" en akutagawa, por desgracia, el no pudo volver a la normalidad.

Viviendo como vampiro y ya no como humano. Debía de tomar sangre por lo menos 3 litro por día. Siendo  positivos, a decir verdad. La sangre era lo menos, era la PortMafia, conseguirás fácilmente. El verdadero reto era su hambre.

Intentaron de todo para volverlo a la normalidad, de usuarios de  habilidades hasta lo científico pasando incluso a lo experimental. Sin éxito alguno.

- ¡Alejalo de mi! - Gritó de repente. Un sonido envolvente se escuchó en toda la habitación. Un olor característicos llego a sus cavidad nasal. Su estómago se revolvió, la saliva comenzó a caer en las comisuras de su labio, el olor era intenso, quería saborearlo, quería probarlo.

Con una de sus manos tocó la sangre,  bueno, quiso pero el mismo se detuvo. No se dejaría llevar por sus instintos salvajes.

No quería lastimar a alguien más.

- ¡No! ¡Vallanse de aquí!- Grito de nuevo, los demás compañeros que estaban en la habitación, dejaron el lugar, cerraron la puerta con seguridad.

Un humo salió de las esquinas de las paredes.

El azabache perdió el estribo por un instante, el deseo era mayor, sin importarle que la sangre estuviera en el piso, comenzó a lamerlo con su lengua hasta no dejar nada. Sus ojos cambiaron de color.

Su vista se volvió borrosa,  cada vez se sentía mareado. Gruño, por un mero impulso atacó la puerta con sus garras, intentando romperla, sin caso alguno.

Una y otra vez, sin importarle lastimarse en el proceso. El humo aumento a gran cantidad.

Ya no resistió, cada vez los rasguñó era con menor fuerza, hasta que se detuvo por completo. Se arrodilló en el piso, elevó la vista al techo, sus ojos habían vuelto a la normalidad.

- No... No, De nuevo...- Comentó para si mismo y a su vez las lágrimas no se hicieron esperar. Cada vez cerraba sus ojos hasta ver negro completamente.

Despertó de repente. Sentía su cabeza doler, al instante lo supo, miro hacia atrás, las paredes que era completamente blancas ahora lo adornaba con muchos rasguños y u algunos tenía sangre.

- No. No, no, no, no. - Pensó esperaba que no llegara a lastimar a uno. - Gin...-

Casi al terminar su pensamiento la puerta se abrió, dejando a ver a tres siluetas, las reconocía muy bien.

Por instinto se alejo de ellos, hasta la esquina y en posición fetal. No quería lastimar los.

- Hermano- Pronunció una de las presencia. - Estás bien. No pasará nada.

- Akutagawa-kun- Menciona el otro de mayor edad. - Es hora de tu medicamento.- Suspiro- Lo harás de nuevo ¿Eh?

Mori suspiro de nuevo. Tanto el cómo lo demás querían volverlo a la normalidad pero ese deseo es incapaz de cumplirlo, aún. Querían ser positivos.

- Chuuya-Kun ¿Me ayudas? - 

- Claro, Boss- Contestó.

El peli naranja se acercó con cautela al azabache, puede ser que sea conciente de sus prencencia pero a veces no puede controlar su instinto, ocasionando que ataque.

Agarró su brazo con cuidado. Su jefe tenía listo la vacuna, por cualquier duda chuuya estaría para proteger lo.

Al finalizar esperado el resultado. Suspiraron, por parte de Mori salió tenía otros asuntos que atender. Sin embargo los otros dos, se quedaron quería hablar con él.

- Akutagawa- Menciona el más bajo. - ¿Estás bien? Vamos no te desanimes, Kajii está trabajando en otra vacuna, ten esperanza. - Quiso darle esperanza.

- ¿Cuánto?

- ¿Cuánto? Fueron cuatros horas desde que te dormiste, hermano. - Comenta Gin.

Solo levanto la mirada. Su vista se enfoco en el brazo del mayor.

Chuuya entendió.

- No te preocupes ¿Si? Eso no es nada. - Señaló a su brazo derecho, había sido lastimado por akutagawa al querer detener uno de sus impulsos de días anterior. - Además me he lastimado aún más cuando estaba con el bastardo suicida, no te culpes, quise ayudar.

- Pero...-

- ¡Hermano! No tienes la culpa, nosotros queremos que vuelvas a la normalidad. ¡No te rindas por favor! Nosotros no lo haremos, por favor hermano, no te des por vencido. - Pidió su hermana.

El lo sabía. Pero cada vez sus instinto se sale de control cada vez más rápido que desde el principio.
Y eso le tenía miedo al  lastimar a alguien que quiere, lo hizo con Chuuya que le impedía hacerlo con alguien más.

Le aterraba la idea. Pero se daba así mismo pensamiento positivos, de poder salir como antes, comer comidas hechos por Chuuya-san, o por su hermana.

Extrañaba esas cosas que al principio parecía normal ahora lo deseaba. Lo apreciaba.

- Yo no quiero lastimarlo-

- Lo se. - Respondieron al unisono.

Akutagawa bajo la mirada de nuevo, se sentía mal. Ellos lo sabían.

- Emm, akutagawa, sabes alguien vendrá a visitarte. - El mencionado no hizo nada. Prosiguió - lo conoces bien, vendra el bastardo de Dazai y tal vez atsushi.

Akutagawa al escuchar el último nombre elevó su mirada.

- ¿Por qué? - Pregunto inseguro. Por qué ellos vendrían a visitarme, no tenía la culpa dazai al no trazar bien el plan o si, pero quiso perjudicar lo como siempre lo había hecho.

Se sentía la culpa, tal vez. O era su imaginación

- No - Susurro a lo bajo pero la mujer si lo escuchó.

- Akutagawa, necesitas hablar con alguien aparte de nosotros. ¿Si? Y mejor que nadie más que el que admiras y tú rival ¿Verdad?

- ¡No! No quiero que me vea así. - Dijo - Los podré lastimar, yo...

- No seas estúpido akutagawa. Lo dudo que puedas matarlo, uno, dazai no lo quiere ni la muerte y dos, atsushi tiene regeneración. ¿De qué te preocupas?

- No... - Músita firme.

- Hermano -

- No. No quiero verlos. - Gritó, sus ojos cambiaron de color. Los otros presentes lo notaron, eso era malo. Caminaron lentamente hasta la puerta hasta cerrarlo, y otra vez, las esquinas de las paredes salieron humo.

- Tsk... ¡Maldito! - Se dijo

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Está historia trataría como akutagawa debe llevar su nueva vida como vampiro. A su vez, peleando con sus instinto violento para no lastimar a  sus seres queridos.

Aunque como dice el título, son historia que no seguiré por varias razones o lo más principal es que no me llega la inspiración para seguir.