Días Después De La Cuarentena

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~ Erick, me tengo que ir. Mi madre debe estar preocupada por mi, hace más de dos meses que no la veo y los extraño, a ella y a mi hermano.

Joel se suelta del agarre del menor y este asiente triste. Después de todo, tenía razón, él tenía que ver a su madre porque no es de piedra y también tiene sentimientos.

Hace poco el gobierno , habían decretado el el pase a otras ciudades así que Joel lo aprovecharía para visitar a su familia aunque no haya pasado la pandemia.

Porque sí, esto seguiría para un buen rato y las autoridades decidieron que desde ahora en adelante las personas están a cargo de su propia vida.

Parecía justo después de todo.
Joel pasa la maleta que trajo el primer día hacia la sala y se sienta en un mueble que estaba cerca de allí.

Su enamorado le sigue, y se recuesta en su regazo como un niño chiquito, recibiendo al instante masajes en su cabello por parte del mayor.

Esté era el último día que tendría a su niñero en casa, porque sus padres ya habían llegado y se quedarían  perecnemente allí.

~ Prometeme que vendrás a visitarme - comentó el ojiverde con un adorable puchero - Joel, te voy a hechar de menos. Estaré solito.

El rizado negó con la cabeza e hizo una seña hacia arriba.

~ Tus padres están aquí, no seas un mocoso caprichoso. No estarás solo.

~ Es que si lo soy - se escuso el menor mirando mal a Pimentón.

Se levantó de su sitio y abrazo al moreno euforicamente, como si de eso se tratase su vida, aunque si lo era.

Joel se había metido hasta el fondo de su ser, desde que llegó a convivir con él. Y hoy cuando se está marchando, le duele bastante.

~ Prometo visitarte cada fin de semana amor.

Pimentel agarra la muñeca del chico y lo besa para que reconforte al más joven. Erick asiente y sonríe para luego prender la televisión y mirar una serie, hasta que llegase la hora de irse.

El ojiverde se posiciona en el pecho de Joel y este último rodea con sus brazos la cintura del castaño quedando así acurrucados con la TV prendida.

Se quedan un rato ahí, hasta que a ambos muchachos les invade el sueño. Forjando una tierna escena.

Cae el sol y el celular del ojimiel comienza a vibrar, este rápidamente se despierta y mueve lentamente el cuerpo de su pareja para poder atender la llamada entrante, quien era su madre.

~ ¿Aló? - cuestiona el chico de rulos, aún somnoliento.

~ Potato, te llamaba para avisarte  que el carro en el que vas a viajar saldrá a las 7 así que tienes media hora para que llegues al aeropuerto ¿Entendido?

~ Entendido mamá - el moreno frotó levemente su ojito y corto la llamada para luego voltear a ver a Erick, quien ya había levantado de los brazos de morfeo.

~ Así que "Potato" - dijo Erick, haciendo unas comillas con sus manos en forma burlona.

~ No te burles, mi mamá me llama así y me gusta el apodo - se quejo el más alto.

Erick sonrió y al cabo de unos minutos rió fuertemente por aquel nuevo descubrimiento.

~ Amo a mi suegra - soltó el castaño, para luego darle un pequeño pico a su pareja - A mi también me gusta mucho, vamos no es tan bueno como Pimentón, pero Potato me agrada.

Joel negó y luego le dio otro beso corto.

Ambos se levantan con las manos entrelazadas y caminan hasta las escaleras, donde estaba la puerta principal. Llamando a su madre Erick le colocó la mascarilla a Pimentel.

Ella junto a su padre, bajan las escaleras y se acercan a la tierna pareja para poder despedirse de su huésped.

~ Bien, Joelin, me alegra que hayas cuidado bien a mi hijito. Sé que es detestable aveces, pero es buen chico.

~ ¡Mamá! - reclamo Erick al oír como su madre le hechaba mala fama.

~ ¡Callate niño! - reprimió Erito, cruzando los brazos - Bueno Joel espero que te vayas bien y que llegues bien. Supongo que desde ahora en adelante te voy a ver seguido ya que eres enamorado de mi hijo. Espero que cuando regreses traigas el anillo de bodas porqué en la manera como les encontramos me pinta que ustedes se tomaron literal lo que dijo mi esposa.

Daysi, enmarca una ceja y cuestiona a su pareja el porque de su comentario.

~ "Él no puede dormir sin su lechecita"

Daysi al oír la frase le tira una cachetada al patriarca de los Colón, sin pensarlo dos veces y se sujeta el pecho indignada.

~ Me ofendes Er, yo nunca quise decir eso.

Erick se pone de puntitas y le susurra a Joel en su oído una frase muy alentadora.

"No le hagas caso Joel son así, pero si espero mi anillo"

Joel sonríe mostrando sus oyuelos y mueve lentamente su cabeza de arriba a abajo, dando a entender un "Si" mientras posicionaba sus manos en las maletas. Dando miradas cómplices a su enamorado.

~ Espero que llegues bien - Daysi le entrego un sobre al muchacho - esto es un apoyo para mi amiga Patricia, dile que un día de estos nos visite.

~ Gracias - Joel toma sus maletas y sale de la gran casa, acompañado de Colón Junior.

Los padres de Erick deciden dejarlos a solas y suben a su recamaras, para seguir mimando a la abuelita.

~ Gracias, Joel por haberte quedado conmigo este tiempo. Por haberme soportado y por... Por enamorarte de mi, de este desastre de persona que no merece ni un solo beso tuy....

Erick no pudo continuar ya que los labios del chico de rulos sellaron los suyos con un gran beso pasional.

~ No digas nada de eso amor, yo prometí cuando era chiquito que te haría mi enamorado y que nos casariamos. Por algo tú fuiste mi primer beso y mi primera ilusión de infante.

~ Exigo que me cuentes como pasó eso - reclamo el ojiverde

~ cuando tenga tiempo lo haré, quizás en nuestra luna de miel - habló el rizado acariciando su mejilla - Te amo Erick Brian Colón Arista.





























~ Te amo Joel Pimentel de León.

Bebes hoy día no. Podré contestar los mensajes de ustedes. Tengo un problema con mi abu así que mañana estaré para darles amor por montones. Recuerden que mañana acabo esta fic. Gracias por entender, cuídense bye

Niñero En Cuarentena ☣️🧡Joerick Donde viven las historias. Descúbrelo ahora