Sugar || Kurapika Kurta × Reader ©

🍭 Prólogo 🍭

— Entonces... —  Habló Killua abriendo su ChocoRobo-kun. — ¿Ella te gusta no es así? —

— Es lo que les estuve diciendo todo esto tiempo. — Dijo Kurapika en un suspiro negando con la cabeza.

— ¿Por qué no se lo dices? — Preguntó con inocencia Gon comiendo su manzana.

— No es tan fácil niño. — Regañó Leorio dándole pequeños golpes en su cabeza.

— No creo que sea tan difícil, Mito-san dice que es mejor decir lo que sientes. —

— Eres muy inocente para este mundo Gon. — Se lamentó Killua secándose una lagrima falsa.

— ¿Por qué no le regalas algo que le guste? — Propuso el mayor de los cuatro.

— Ehh ¿A Kurapika-san le gusta alguien? — Colgada de una rama, dejando que su pelo y cuerpo cuelgue boca abajo, preguntó una chica de pelo (...)

Gon -el cual estaba más cerca de donde apareció la chica- se asustó y se escondió atrás de Killua, hasta que se dio cuenta de quien era. — ¡____-san! —

— ¿Qué rayos haces ahí? — Preguntó incrédulo Killua mirando a la chica.

Como si fuera lo más normal del mundo rio y empezó a explicar. — Biscuit-sensei ocultó mis dulces, pero yo los encontré y me escondí aquí. —

— ¿Escuchaste algo de lo que dijimos? — Preguntó Leorio por Kurapika, el cual estaba con la boca abierta y la mente en blanco.

Lo pensó un momento y luego negó. — Solo escuche al pequeño Gon diciendo que era mejor decir lo que sientes, y a Kurapika-san diciendo que le gustaba alguien. —

— ¿Entonces no escuchaste nombres? — Habló por fin Kurapika.

—Solo escuch- —

—  ¡Allí estas! — Una voz enojada la corto. Todos miraron de donde provenía y pudieron ver a Biscuit caminando enojada hacia la chica.

— E-Ehh, creo que será mejor que corra. — Se sentó bien en la rama y luego saltó del árbol. — ¡No se quien te guste Kurapika-san, pero será mejor que te le declares, nos vemos! — Aconsejó y se despidió rápidamente, empezando a correr antes de ser atrapada por la maestra, la cual igual había empezado a correr. 

— ¡Adiós ____-san! —  Se despidió Gon a lo lejos. La chica giró por un momento y se despidió con la mano, para después entrar a la escuela por la ventana, evitando ser atrapada. — Kurapika le gustan los dulces, se los podrías regalar. —

— Tienes razón... —