Cuestión de tiempo [Stray Kids]

4

Mika empujó a Félix haciendo que éste cayera y el brazo de Mika fuera herido por el cuchillo de aquel tipo.
Félix solo vió la sangre que emanaba del brazo de Mika caer lentamente. Estaba en shock y los demás miembros no dudaron en ponerse de pie e ir hacia Félix.

—¡Largo! —les gritó Mika mientras patea a la mano de el sujeto. Éste soltó el arma y sonrió.

—Bueno, esa fue una buena patada. —parecía disfrutarlo. Ella comenzó a esquivar todos los golpes que empezó a recibir. Chan y Changbin fueron hacia Félix y lo tomaron cada uno de un brazo.

—¡No! ¡Mika! —gritó al reaccionar.

—¡Déjala Félix, no puedes hacer nada! —dijo Chan arrastrando a Félix a la salida junto a Changbin.
Félix no dejó de gritar y eso ponía más nerviosa a Mika quien intentaba esquivar cada golpe.
Ella golpeó el estómago del agresor y luego le dió uno en la garganta. Éste comenzó a ahogarse y ella aprovecho para tomarlo del brazo y torcercelo.

Todos los miembros salieron y estaban bastante asustados mirando por la puerta. Su equipo estaba preparando los autos.

—¡Tienen que ayudarla! ¡Por favor! —gritaba Félix mientras se le escapaban algunas lágrimas. Era retenido por Chan y Binnie para que no saliera corriendo.

—No podemos, Félix. No podemos meternos en esta clase de problemas en un país que no es el nuestro. Eso solo nos causaría problemas, ya hemos llamado a la policía. Será mejor que nos vayamos. —dijo el Manager un poco angustiado.

—¡No pienso irme hasta que verla sana y salva! —gritó Félix molesto.

Mika tenía problemas. Sentía que su herida se abría con cada golpe que daba. Parecía que había logrado neutralizar al agresor pero al confiarse solo por un segundo de que todo había acabado el tipo se levantó y con las fuerzas que le quedaban le dió un golpe en la cara a Mika.
Ella cayó en una de las mesas tirando todo. Antes de poder levantarse completamente visualizo al tipo que corría amenazante hacia ella.

De una patada lo apartó y golpeó su cara. Sentía que casi se desmayaba pues la herida estaba profunda y cada vez perdía más sangre.

—¡Me encantas, Mikaela! —gritó el tipo que disfrutaba cada golpe. Ella se decidió y pateó la entrepierna del agresor y luego la garganta haciendo que se atragantara de nuevo.

—¡Basta! —la voz de Adrien retumbó en la cabeza de Mika. Él tomó al agresor de los brazos y lo tumbó en el suelo, pisando su espalda mientras jalaba sus brazos para inmovilizarlo. En eso las patrullas llegaron. Los policías entraron y arrestaron de inmediato al agresor. Mika se tumbó en una de las sillas, estaba cansada y no te iba fuerzas para seguir de pie. Jamás había enfrentado a alguien por mucho tiempo y sola.

—¿Estás bien? ¿Tienes alguna herida? —se acercó Adrien a Mika tomando la cara de ella entre sus manos.

—En el brazo, la verdad no tengo el valor para revisarla, así que no sé como se ve. —dijo ella con una sonrisa pero se veía exhausta.

—Iré por el botiquín, quédate aquí. —dijo y salió corriendo. La madre de Mika ya se encontraba hablando con los policías y estaba llorando. No suele preocuparse mucho por ella así que ver a su madre llorar la hizo sentir incómoda.

Miró hacia la ventana y justo sus clientes se subían a sus autos y se iban. Se sentía agradecida de que ninguno saliera herido. Su cuerpo comenzó a temblar, la adrenalina ya había bajado y el terror que sintió al ver a un agresor ir contra ella en específico porque alguien le pagó, se hizo presente.

—Déjame ver tu brazo. —dijo Adrien mientras volvía. Él rompió la manga de Mika y la herida era bastante profunda.

—Necesitas un médico. Ven ahora. —la tomó del brazo pero al ver que con trabajo caminaba optó por cargarla.

—¿Está muy mal? —preguntó ella aún sin reunir el valor para ver su herida.

—Un poco, no es algo que podamos sanar con un par de curitas. —la llevó a su auto y en cuestión de segundo se fueron.

—Mi madre...

—Le marcaré a penas te atiendan, no podemos esperar.... podrías desangrarte. —no apartaba la mirada del camino y él también temblaba un poco.

—Pareces más mi familiar que cualquier otro que tenga.

—No digas tonterías y guarda energía. —nadie más dijo nada hasta que llegaron al hospital.

No tardaron mucho en atenderla. Era una herida profunda pero por suerte no era tan grave. La dieron siete puntadas y después de un par de horas la dejaron irse.

—No estuvo tan mal. —dijo ella sonriendo. Estaba en el auto de Adrien quien conducía a la casa de Mika.

—Estuvo mal. ¿Por qué te hirió? Eres excelente esquivando cualquier tipo de golpe...

—Es diferente a cualquier otro ladronzuelo. Él era un matón, se dedica a eso, era obvio que no podría evitarlo hasta que llegaras. —negó con la cabeza.

—No lo sé. Eres muy cuidadosa y siempre estás alerta además de que eres super ágil. Me sorprende que él pudiera tocarte. Tal vez algo te distrajo. —dijo Adrien aún dándole vueltas.

—Eso no importa. Ya pasó y no hay nada que pueda hacer. No tiene caso seguir con el tema. —se encogió de hombros.

—Está bien. A partir de ahora cambiaré mi horario y trataré de estar desde que empiece tu turno.

—Pero tendrías que renunciar a la cafetería.

—No me importa, eso fue bastante peligroso. Siempre podemos librarla entre los dos, pero me preocupa que vuelva a pasar y estés sola. —dijo y su voz se quebró un poco.

—Entiendo. Gracias. —fue lo único que ella dijo. La llevó a casa y su madre la recibió con un fuerte abrazo lo cual la sorprendió.

Mientras tanto, los miembros eran los únicos que no la estaban pasando nada bien. Tenían que hacer un informe de lo que había pasado y lo más probable es que no los dejan visitar ese restaurante nuevamente y no dejar que Félix o cualquier miembro tuviera contacto con Mika pues la seguía he te peligrosa. Además, todos pensaban en si aquella chica estaba bien después de todo eso.

Felix se encontraba en el comedor de su hotel mientras miraba a la nada.
—Ey Félix, ¿Estás bien? —se acercó Jeongin hacia él y de sentó a su lado.

—No, estoy preocupado.

—Todos lo estamos. Ella te protegió de ese loco y nos dió la oportunidad de escapar. Es bastante valiente.

—Estaba herida por mi culpa. Si no hubiera estado ahí cerca ella no se habría preocupado por salvarme y no se hubiera lastimado. Habría Sido más fácil para ella.

—No existe el hubiera, Felix. Estabas ahí porque te preocupaste por ella y eso no podías evitarlo. Ella pudo no haber hecho nada por salvarte y tal vez atacar al tipo antes de que sacara esa arma, pero no lo hizo. Te salvó aunque eso le costará una herida. Eres importante para ella.

—Es una gran chica, se preocupa por todos. Necesito verla antes de irnos. No puedo irme de aquí hasta saber que está bien y disculparme.

—Tal vez puedas hacerlo, habla con el manager. Él te entenderá.

—Lo intentaré...

—