Narra Hilani
Taehyung...Kim Taehyung...
Hace veinte días exactamente que no veo a ese raro sujeto que pagó tan bien por verme tener sexo con otro hombre. Pero su nombre sigue aquí en mi cabeza, sonando como una canción de moda que se repite en mi mente sin darme cuenta. No sé si se debe a su rara oferta de ser mi profesor sexual, o a su apariencia de niño rico y su presencia en un club como en el que trabajo. Lleno de prostitución, drogas, travestis y tantos lunáticos.
¿Por qué alguien cómo el frecuenta un antro? ¿Acaso le gusta romper las reglas, se trata de desafíar a alguien? Hay que ver lo graciosa que es la vida, si por mí fuera no pusiera un pie en aquel lugar, y ese Taehyung que puede evitar hacerlo, lo frecuenta. De locos.
Mi mente solo trata de hayarle una explicación lógica a todo esto. Pienso en ello mientras veo pasar el camino por la ventanilla del autobús. Está amaneciendo, son alrededor de las seis de la mañana. No hay una sola parte del cuerpo que no me duela. Incluso tengo un poco de frío por el cabello húmedo. Siempre que termino de trabajar me hecho agua en el cabello con tal de quitarme ese repugnante olor a sexo que se impregna en mi cabello principalmente, hasta llegar a casa y tomar un baño. No soportaría aspirar ese olor con cada ráfaga de viento que pase, por mas pequeña que sea es suficiente para recordar a todos esos hombres repugnantes y asquerosamente insaciables con los que me tengo que acostar por dinero. Me recuerda en quien me he convertido, lo que hago, dónde vivo y con quien vivo. Es lo que soy.
Por otro lado, resulta gracioso que no haya tenido sexo con Taehyung, y aún así no logro olvidar ese bendito nombre. ¿Por qué? Me confunde demasiado, tampoco quiero pensar en él pero es más fácil hacerlo que prestarle atención a aquel hombre que está parado frente a mí y me mira tan fijamente. Sus ojos rebotan de aquí a allá, no sabe se mirar bajo mi falda o centrarse en mis pechos que sobresalen por encima de mi sostén. Creo que está a punto de masturbarse, imagino que lo necesite, algo se está notando más grande en su pantalón. De no ser por el cansancio que traigo ya le hubiera enterrado el tacón de mis botas en los ojos para que vea mejor de ahora en adelante. Lo mejor será descruzar las piernas y estirar la falda lo más que pueda para cubrir mis muslos desnudos.
El autobús se detiene en la parada que debo bajar y cuando paso por el lado de aquel hombre tan repugnante decido bajarle la calentura con un fuerte rodillazo en la entrepierna. La señora que estaba sentada a mi lado suelta un grito de sorpresa, como muchos que tampoco saben porque lo hice, mientras que algunos ya saben el motivo. Pero me da igual lo que piensen. Bajo del autobús escuchando como el pervertido me grita profanidades que ya estoy cansada de escuchar.
Pero claro que no se iba a quedar así, por muy cansada que esté
Me abrazo a mi misma y cierro mi chaqueta cuando la brisa de la mañana choca contra mi cuerpo. De no ser por esta ropa tan ligera no estaría muriendo de frío.
Camino hasta adentrarme en aquel barrio de mala muerte. Las casas una peor que la otra. Ya hay niños recogiendo la mercancía que más tarde venderán para poder comer mínimo, una comida en el día. Creo que en lo único que se esfuerzan usando el cerebro es escogiendo si utilizar su única comida del día, en la mañana o en la noche. Desde luego es una decisión difícil.
Mientras camino algunas personas me miran, otras no. Algunos hombres murmuran cochinadas sobre mí o mi cuerpo, otros no se atreven si quiera a pensar en ello. Preferiría que fuera por respeto a mi persona, pero ese no es el motivo por el que logro pasar frente a ellos sin ser violada o golpeada hasta la muerte.
Después de unas calles más llenas de traficantes y drogadictos, finalmente llego a ese lugar que mi madre y yo llamamos casa a sabiendas de que no es más que un cuchitril. Al entrar ese mismo maldito olor a sexo que me persigue por todos lados inunda mis fosas nasales. Cierro la puerta y dejo caer mi bolso en el primer asiento empolvado que veo. Me siento en el sofá y recuesto mi cabeza hacia atrás con los ojos cerrados.
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You're not my teacher»» //Kim Tae Hyung//
FanfictionTaehyun descubrió lo bien que se siente follar y desde entonces no quiere parar. Como una de las tantas adaptaciones ideas sin sentido que se le ocurren, se ha obsesionado con eso de ser un profesional en el tema y va por ahí buscando a esa persona...