cap 3

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Eren sentía dolor, era un dolor agudo que recorría todo su cuerpo asiéndolo estremecerse, sudaba entre temblores horribles, era tan doloroso que no lograba siquiera arrastrarse entre las mantas de aquella cama

ese dolor comenzó desde hace una semana y desde entonces no se detenía, sus sentidos estaban más sensibles que nunca y eso lo mareaba de forma horrible

sus oídos captaban incluso el sonido que hacían los insectos al arrastrarse por la tierra, su olfato lograba que con solo respirar sintiera un calambrazo de dolor en los pulmones, el solo respirar era una agonía, pero eso no era lo peor, sus ojos ardían, era un dolor más allá de todo, sentía como las venas de sus globos oculares se expandían y sentía sus ojos cambiar contra su voluntad

su amo le dijo que esto no sería para siempre, que solo era una fase y esto era normal en su especie, también que cuando esto terminara se volvería más fuerte, le aseguro que al terminar esto todo el dolor valdría la pena

-oí, pulgoso, tienes que comer- noto a su amo frente suyo, Levi con impasibilidad camino directamente al joven lobo arrastrando a un hombre de unos 20 años que aún trataba de pelear para liberarse, aunque sin mucha fuerza

El vampiro había roto sus costillas, sus piernas y sus brazos para que no luchara, ni diese problemas

en cuanto el lobo lo tuvo suficientemente cerca su cuerpo cambio en un instante abalanzándose sobre la presa que le ofrecía su amo, utilizando sus fauces abrió el torso del hombre, que pudo ver como aquella bestia le habría el torso en canal para después separar con sus patas, garras y su hocico sus costillas, devorando su carne y despedazándolo un por dentro

pronto sus pulmones heridos se llenaron de sangre y su cerebro solo logro procesar su incapacidad de seguir respirando para finalmente morir, menudo final más horrible para un hombre

eren término de comer la carne de su desafortunada víctima en minutos y totalmente empapado en sangre volteo sus ojos en dirección a su amo, sintió calor, demasiado calor, su piel picaba y ardía de forma inexplicable

Levi miraba a su lobo entre los restos de aquella peste humana, esa sangre carmesí bañaba su piel tostada y su cabello castaño, esa imagen despertaba su sed de sangre de una manera muy primitiva

sin ninguna especie de pudor paso su fría lengua por el hombro de su mocoso, después paso por su cuello y por sus sonrojadas mejillas quitando los restos de sangre que manchaban la piel color caramelo de su mocoso

Eren adoraba las caricias de su amo, aliviaba un poco el terrible dolor que sentía, a pesar de que seguía doliendo era menos intenso cuando estaba con su querido amo, por eso sintió pánico al sentirlo alejarse

- no, no me dejes, necesitó más, por favor- dijo tomando a Levi del brazo para después sentarse en el regazo de su amo abrazándolo por el cuello, negándose a que se alejara de su lado de nuevo

una vez Levi recibió a Eren, como siempre lo hacía, comenzó a acariciar las piernas de su lobo por sobre la ropa del menor, quien recibía las caricias de su amo con mucho placer

no había nada mejor para un lobo omega que recibir mimos y cariños por parte de su pareja elegida, esto Levi lo sabía perfectamente y desde que su lobo comenzó a dar señales de haberlo elegido como pareja había comenzado a tener contacto más íntimo para poder satisfacer al animal interior de su lobo, todo sin cruzar limites muy íntimos, eso era una regla autoimpuesta para él, no aria nada más allá de caricias hasta que su lobo llegase a la edad adulta, cuando su cuerpo ya estuviese suficientemente desarrollado como para poder soportar algo tan exhaustivo como seguirle el ritmo a un vampiro con su resistencia y poder

en esos momentos Eren, sin ser consciente de lo que su cuerpo hacía y exigía, había comenzado a frotar su cuerpo contra el de su amo en busca de un poco de alivio momentáneo, pero de la nada sintió como si un relámpago hubiese atravesado su cuerpo completo

todas sus extremidades se entumecieron y el dolor aumento de manera inimaginable, únicamente se aferró con fuerza a su amo tratando de mantenerse consiente

pronto el dolor fue tanto que el lobo termino inconsciente en el nido aferrándose a la capa negra de Levi

la luna aún resplandecía en el cielo nocturno cuando una sombra desconocida entro al castillo y se escabulló a la sala del trono en la que Levi se encontraba esperándole

- ¿quién se atreve a perturbarme? - dijo Levi mirando desde su trono a aquella sombra desconocida que se había infiltrado en su palacio

- me disculpo por entrar sin ser invitado, pero mi señor, el rey vampiro del norte, me ha enviado para invitarlo cordialmente a la reunión de los soles negros que se celebrara el siguiente eclipse- dijo dando a Levi un pergamino elegante con detalles de oro donde se podía leer la dirección del evento con el sello de sangre usado por el señor vampiro del norte

el próximo eclipse sería dentro de un mes, enseguida paso por su cabeza la idea de negarse a ir, pero la reunión de los soles negros era algo a lo que no podía faltar, el asistir a la reunión era algo obligatorio para los 7 vampiros más fuertes y siendo uno de los que encabezaban la elite el no ir podría provocar que los otros vampiros trataran de cancelar los tratados volviendo todo un caos con el que no le apetecía lidiar

por lo que corto un poco su brazo utilizando sus colmillos y con una pluma firmo utilizando su sangre como tinta antes de devolver el pergamino al sirviente que le dio un rubí de sangre antes de desaparecer en las sombras

regreso al cuarto de su mocoso y solo se sentó a su lado observando su silueta bajo la luz de la inmaculada luna blanca, ya era hora de que esos inmundos conocieran a la que dentro de poco sería oficialmente su pareja y que mejor ocasión para hacerlo que durante la reunión de los soles negros

solo esperaba que ninguno de esos inmundos vampiros fuese tan estúpido para tratar de oponerse a su decisión o tendría que recordarles a esos inútiles pedazos de inmundicia porque era llamado el vampiro más fuerte

mientras en el norte en un castillo señorial en un paisaje árido y helado llegaba un sirviente del señor de aquel castillo

el vampiro de aquel castillo se encontraba en un acomoda sala del trono rodeado por 5 vampiresas que se encontraban a su alrededor repartiendo besos y caricias que el vampiro recibía gustoso

el sirviente entró y el vampiro en el trono detuvo de inmediato a sus vampiresas que retrocedieron mientras que el sirviente se arrodilló extendiendo el pergamino a su amo quien lo tomo algo intrigado y al abrirlo sintió una gota de sudor frío escurrir de su frente a la vez que tragaba de forma audible su saliva

por primera vez en siglos el rey de la oscuridad, señor de los vampiros y único verdadero amo de las tinieblas se presentaría ante los demás vampiros, y por lo que podía oler en aquellas letras de sangre, aquel que incluso algunos pensaron ya había muerto era tan solo un mito se había fortalecido de una manera tal que de no ser el mismo un rey vampiro se habría desmayado, así como lo hicieron sus vampiresas al percibir la esencia de la firma de sangre

la próxima junta de soles negros sería más importante de lo que cualquiera habría pensado   

      

hijos de la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora