Lágrimas

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Desperté en mi cama, lo cual me pareció muy extraño porque ayer, que yo recuerde, me quedé dormida en el sofá. ¿Será que Atsuya me trajo? No creo, él no haría eso, tal vez soy sonámbula y no lo sabía. Bajé a la cocina por el delicioso aroma que impregnaba la casa, no me esperaba ver que Atsuya estaba cocinando y menos mi desayuno favorito.

- ¡Buenos días, bella durmiente! - me saludó con su distintiva sonrisa, la cual me encantaba y me mostró la sartén con una tortita haciéndose- ¡Te hice el desayuno, Tn!

- No hacía falta, Atsuya, pero gracias - le sonreí y él se sonrojó levemente - ¿qué has roto?

- ¡No rompí nada! ¡Qué poca confianza! - nos reímos y luego de unos segundos me sirvió mi plato de tortitas - ¡provecho!

- ¡Qué buena pinta! - probé un bocado y tenía muy buen sabor - ¡qué rico está!

- ¿De verdad? ¡Qué bien! - sonrió más y luego me dijo - perdóname, debo ir a mi cuarto.

- Claro, bobito - me quedé viendo su espalda mientras subía las escaleras, hasta que ya no le vi más.

Pasó la tarde con normalidad, pero mi compañero no salió de su cuarto; creyendo que se había quedado dormido me fui a dar una ducha. Cuando subía empecé a oír un llanto un tanto lastimero, reconocí enseguida que se trataba de mi amigo.

- Atsuya, ¡¿qué te pasa?! - le pregunté preocupada hasta donde no se podía.

- Me siento culpable... siento que le estoy haciendo daño a Shirou mientras él piense que estoy muerto... - se apoyó en mis piernas y siguió llorando, acaricié su pelo y lo miré; me partía verlo llorar y sin poder hacer nada por él. 

- Yo no creo que él te culpe de nada, Atsu... - él me miró con los ojos rojos y sus mejillas encharcadas, nunca me dolió tanto mirarlo.

- ¿Cómo estás tan segura...? - me preguntó con un hilo de su voz.

-  Porque es Shirou y tu eres su hermano mayor, es obvio que pasase lo que pasase jamás te culparía - le sonreí lo más confiada que pude en ese momento.

- Eres la mejor, Tn... - le sequé las lágrimas y él se esforzó en sonreírme, aunque se notaba su desgaste emocional.

- Soy tu amiga, siempre estaré para ti, Atsuya - le dije y sonreí mientras él se incorporaba.

- Te quiero - y dicho esto, me abrazó con una leve fuerza y yo correspondí felizmente aquel abrazo tan sincero y cálido.

Cual Nieve {Atsuya Fubuki x Tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora