1.0 En medio de la tormenta.

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En medio de una incesante tormenta nocturna, como una sombra en la oscuridad, su presencia fue advertida por su objetivo.

—¿Qué hace un niño como tú a estas horas de la noche?—habló el individuo de ropas oscuras —¿No sabes los peligros de la ciudad?... yo soy uno de esos peligros—susurró seductor con voz ronca.

Se acercó al joven a paso lento, mientras este lo miraba con temor.

Lo agarró de las muñecas y lo estampó contra la pared más cercana. El joven lo miró atónito, temiendo por su vida .Con voz temblorosa y los ojos llorosos dijo:

—¿L-Liam...?—

Había pasado mucho tiempo desde la última vez que lo vio; y, el tenerlo de nuevo frente a él, le hizo revivir viejas pesadillas.

—Aaah! Sabes muy bien lo que quiero...— su voz ronca fluyó por su oído —...Fin...—

Como si de un costal se tratase, cargó con él, llevándolo a un almacén abandonado. Temblaba ante el pánico de lo que pudiera hacerle. Temía por su vida. Su cuerpo cayó sobre una pila de costales vacíos, cual si fuese un animal de rastro

—No me acordaba de lo pequeño que es tu cuerpo—

Aseguró la puerta del lugar, no deseaba ser interrumpido por lo que estaría a punto de ocurrir...era su oportunidad. El momento de cobrarlas todas.

— ¡Al fin te tengo en mis brazos de nuevo! — Suspiró de placer — te he estado buscando durante mucho tiempo—

Sin más, lo besó abrazándolo fuertemente, obligándolo a que aceptara sus labios. Los brazos de aquel hombre podían cubrirlo, la diferencia de tamaños era notoria.

Fin deseaba oponerse pero su cuerpo cedía ante las caricias de Liam. Poco a poco sus feromonas comenzaban a afectarle y sus instintos le consumían en olas de deseo. Quería pertenecerle.

Seguía el beso con dificultad, empezaba a perder toda la fuerza que le quedaba. Las feromonas de aquel apuesto chico eran como una droga. Una droga que provocaba que se perdiera en el placer y la lujuria.

Poco a poco esa noche de lluvia se convierte en un mundo lleno de sentimientos y emociones. Sus manos y labios ya sabían que partes sensibles tocar, no podía contenerse de sus labios escapaban jadeos, deseaba que lo hiciera suyo.

—En verdad que me extrañaste...—mencionó Liam mostrándole sus dedos lubricados por el trasero de Fin—...al menos tu cuerpo lo hizo...—

Aquel acto fue suficiente para que Fin se estremeciera. Podía oír la voz del chico susurrarle seductoramente al oído, volviéndolo loco. Sin mencionar que ya se encontraba lo suficientemente excitado y húmeda su entrada rosada.

Se dio cuenta tarde que sus ropas habían sido despojadas y esparcidas por el lugar. Dejando su desnudes descubierta, mientras una mirada depredadora le contemplaba con deseo.

—Sabes que con mis dedos no será suficiente—

Liam mostro el resto de su cuerpo a un incontrolado Fin, empapado en sudor y con las feromonas de Liam rellenando sus pulmones cada vez que aspiraba aire.

Ya era imposible detenerse. Estaba invadido de placer y lujuria. Quería sentirlo nuevamente, sentir sus caricias...

Fin miraba suplicante, afectado completamente por las feromonas. Se estremecía en dolor porque aquella verga le penetrara hasta llenarlo por completo. Pero esa sensación de hacerse uno con Liam, aún que le provocaba sufrimiento, después de aceptar ese deseo insaciable, esa lujuria que mostraba, de inmediato lo llevó a un sentimiento de placer.

Cada embestida, cada impacto de sus cuerpos, hacían conjunto al son de sus jadeos entregados a saciar esa sed de aparearse. Fin sentía sus fluidos recorrer sus muslos y las manos de Liam aferrarse a sus caderas.

El Alfa giró a Fin, deseaba ver su rostro...ese mismo que hace 4 años le mostró en la preparatoria. Y ese mismo rostro que nunca más vio después de aquella tarde en el salón de música.

Alzó una de sus piernas y la puso sobre su hombro, introduciendo más fácilmente su falo y con ello llegar más profundo en su ser. Sentía el estrecho lugar que se compactaba con emoción cada vez que salía y entraba de él.

El omega deliraba por la sensación que le provocaba cada embestida del miembro en sus entrañas. Los ojos de Liam brillaban con la *lujuria cínica de un Alfa *que buscaba algo más que una simple follada.

Fue entonces que algo dentro de su entrada se abultaba. Liam reacomodo al omega, abriéndose más espacio entre su húmeda cavidad. Clavó su rostro en el cuello de Fin, dejando un rastro con su lengua en él.

—Por favor...¡no!...—

Suplicó entre lágrimas cerrando el paso con su mano en el cuello.

La mirada de Liam estaba vuelta en furia por aquel impedimento, por aquello que él tenía derecho. Como un acto de venganza, las penetradas eran cada vez más intensas y consecutivas.

Las luces parpadeantes de los rayos al caer, alumbraban los cuerpos de ambos hombres envueltos en un celo intenso.

En un golpe de orgasmo, la espalda de Fin se arqueo en los brazos del Alfa, derramando sus mieles en el estómago de este y soltando de su boca el nombre de quien le sostenía.

El pene de Liam era apretado por el culo de Fin en una danza en conjunto con sus pulsaciones a 3 estocadas de su límite.

Fundiéndose ambos en un orgasmo apretado, estremecedor...sintiendo como su semilla llenaba el vientre del OMEGA...de SU OMEGA.

Cruce de Destinos. (Versión sin edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora