Parte 3

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Shaman King pertenece a Hiroyuki Takei

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-Oye tú...Quítate... -Dirigió fríamente a Yoh, el cual, de un salto se levantó y se giró para encontrarse con una enorme sorpresa.

El cuerpo de Yoh se congelo por unos minutos al observar fijamente la mirada de la muchacha, que con delicadeza esperaba que se moviera, un ligero rubor lo invadió, la imagen de la fiesta de anoche le invadió, recordaba claramente ese tono de cabello, rubio, que posaba suavemente sobre sus hombros y que brillaba con las luces de aquella noche en casa de Kanna, el tiempo se detuvo al contemplarla, observando cada mínimo detalle en ella, comparando los detalles de aquel momento con el presente, su rostro con facciones finas, aquellos ojos negros como la noche que expresaban frialdad y seguridad con cada pestañeo...Estaba en lo cierto... Era aquella musa misteriosa que había visto, a pesar de que la imagen que él tenía en mente, era de espaldas.

La muchacha comenzó a desesperarse y cruzo sus brazos, Yoh tardó en reaccionar pues aún estaba en las nubes observándola con un sonrojo.

-No volveré a repetirlo, quítate... -Hablo la chica enojándose cada vez más.

Al sentir tremenda agresividad en las palabras de ella que lograron romper esa pequeña burbuja donde se encontraba este movió su cuerpo hacia un lado para darle lugar a la chica de tomar lo que fuese a llevar.

-Imbécil... -Susurro, después de tomar unas gomitas e irse caminando hacia el otro lado del pasillo, el Asakura quedo hipnotizado ante el movimiento de caderas que la chica realizaba al caminar y dejarlo solo.

Horo Horo, desesperado y con los demás ya con él, lo buscaban, no supo en que maldito momento Yoh lo había dejado a un lado, dieron tres vueltas al estúpido supermercado para toparlo en el pasillo de los dulces, en donde ya habían echado un vistazo pero no muy concentrados, él aún seguía perdido recordando el rostro de la chica, la silueta de espaldas que el tenia grabada en sus pensamientos era la misma que había capturado su mirada en esos momentos.

Lo encontraron, el sonrojo aún permanecía en su rostro y no quitaba la vista de la dirección en la que su chica misteriosa se había ido.

-Hey... Yoh –Le llamaba Chocolove, pasando su mano delante de él repetidas veces para regresarlo del trance, Lyserg observaba la situación algo atónito, pues no entendía el comportamiento del Asakura.

-Rompí tus audífonos... -Le susurro Horo Horo en el oído, misión cumplida, el chico volvió del trance con un ligero brinco y un escalofrío que le recorrió toda la espina dorsal al escuchar semejante tragedia.

-¡NO HORO! –Chilló y agarro la camiseta de su amigo, Lyserg seguía observando, Chocolove y Horo se estaban riendo por la expresión de susto de Yoh- ¡Eran mis favoritos!

-Ya Yoh, es mentira...- Soltó su amigo azulado después de una risa.- ¿Qué sucedió? –Pregunto mientras palmeaba su hombro para tranquilizarlo.

-Volví a verla –Sonrió y soltó su risita característica con un sonrojo en sus mejillas, tomo los dulces y camino fuera del pasillo, Horo Horo sabía a quién se refería, más los demás no, pero igual sería un buen tema de conversación para más al rato.

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Las risas en casa de Chocolove, algunas latas de cervezas ya vacías y un Lyserg con las mejillas sonrojadas donde el alcohol estaba haciendo de las suyas, marcaban el inicio de una excelente noche, jugando uno de los tantos videojuegos de moda.

-¡Toma eso! –Grito Horo Horo dándole el ultimátum a Chocolove en el juego que presenciaban, mientras dejaba a un lado el control y le daba un trago a su bebida.- Hey Lyserg, ¿No quieres jugar ahora? –Pregunto alzando el control y regalándole una sonrisa al peliverde.

Cuando el sakura florezca || Shaman KingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora