Me convertí en la Madre del villano

Capitulo 3

¿Tarjeta de identificación? ¿Tarjeta bancaria?. Después de reemplazar al dueño original, rápidamente encontró todo lo relacionado con ella dentro de la habitación.

Al mirar estas cosas que estaban estrechamente relacionadas con la vida del propietario original, Xia An no pudo evitar emocionarse. Ser una estrella significa ganar dinero, aunque la dueña original tenía una apariencia de la que innumerables personas estaban celosas, no era una gran celebridad, tal vez eso se debía a su personalidad. Sin embargo, cuando debutó, su nombre se extendió por todas partes como llamas. Más tarde, su cuerpo delicado y ese carácter frágil y sensible que le había impedido mezclarse en la industria del entretenimiento.

Llevaba más de tres años en la industria del entretenimiento, pero todavía era una estrella de la clase 18. Después de todo este tiempo, el nombre del propietario original volvió a explotar, esta vez, fue por un escándalo.

Sin embargo, estas cosas ya no eran importantes, porque Xia An, la mujer que vino de los días del juicio final y que nunca había estado en la industria del entretenimiento, decidió no dejarse intimidar por esto.

Después de que terminó de pensar en todas estas cosas importantes, Xia An recordó a su hijo, que todavía estaba en el hogar de bienestar. Así que se preparó para bañarse y recoger al villano de la casa de asistencia social.

Cuando entró al baño y vio su apariencia ¡se sorprendió! —Esto es un zombi —Xia An no pudo evitar escupir los pensamientos en su corazón.

En el espejo, la cara de la mujer estaba deshidratada y sus ojos estaban ligeramente hundidos;
La tez pálida no la hacía parecer una persona viva; el cabello que colgaba de su pecho y simplemente lo tiró suavemente, hasta que noto que estaba seco y desordenado.

—Con este aspecto, debería haber estado muerta durante al menos cinco días —ahora, no fue fácil para ella salir.

Xia An respiró hondo mientras miraba al 'Zombie' en el espejo. Realmente no pudo encontrar ningún rastro de belleza en ella. Con esa mirada, ¿cómo podría levantar a su hijo? Si salía así, asustaría a la gente hasta la muerte.

Después de parpadear, Xia An sintió su dolor de cabeza por un tiempo —Olvídalo; Sería mejor comer más comida deliciosa en casa —encogió de hombros impotente y pospuso su plan de recoger a su hijo.

Volvió a la cocina de nuevo. Esta vez, Xia An fue cauteloso. ¡Se sintió incómoda cuando no encontró ningún alimento alto en grasas y calorías! ¡Ella debe ordenarlos!

Después de abrir el teléfono y descargar una aplicación para la entrega de comida, los ojos de Xia An brillaron y ordenó toda la comida que quería.

Aunque la pobre Xia An tuvo dolor cuando pagó, su apetito derrotó su razón y gastó más de mil yuanes en comida rápida.
Observó con entusiasmo cómo varias entregas se dirigían hacia su casa.

Sonó el timbre. La puerta del ascensor se abrió y un grupo de personas con el mismo uniforme, se miraron con dudas en el rostro. No esperaban que todos estuvieran entregando comida en el mismo piso, aunque había diferentes residentes en el mismo piso y no pensaron mucho en eso. Lo más terrible fue cuando todos llegaron a la misma puerta, todos se congelaron —¿Tú, también estás entregando a la casa de la Sra. Xia?

— Sí, fue una coincidencia

—¿Hay una fiesta para pedir tantas cosas?

Después de intercambiar algunas palabras, tocaron el timbre.
Como resultado, cuando se abrió la robusta puerta de seguridad, volvieron a asustarse. Antes de que tuvieran tiempo de decir sus líneas clásicas, vieron un par de manos de piel fina que agarraban la comida.

Después de escuchar el fuerte ruido de cierre de la puerta, salieron.

—Joder, creo que vi un zombi.

—¿Deberíamos llamar al hospital? Creo que la Sra. Xia se veía enferma...
—...

Xia An, que había asustado a innumerables hermanos repartidores de comida, ¡estaba mirando su comida que nunca estuvo disponible en los días del juicio final con alegría —Cangrejo peludo! ¡Filete! ¡Carne de cerdo braseado! ¡Hamburguesa! ¡Haidilao! ¡Pizza! pastel de mousse... —en este momento, Xia An era casi como la reencarnación de un fantasma, comiendo su comida a granel.
¡Esa cantidad de comida simplemente no era lo que la persona promedio podía comer!
¡Especialmente para Xia An, que comía alimentos grasosos y ricos en calorías!

Aunque estaba delicioso, cansaba el estómago de la gente.
Pero Xia An estaba contenta y feliz de haber comido toda la comida sin dejar ningún residuo.
Era casi como una langosta entrando al campo sin dejar nada para comer.

—¡Estaba tan delicioso! ¡Si! Estaba delicioso... —resultó que podía comer todo tipo de comida felizmente.

En su desenfreno desmedido de comida que tragaba, no se había dado cuenta que su cuerpo estaba creciendo a una velocidad horrible, si no que poco a poco se volvía más hermosa.

Después de comer toda la comida que ordenó, su corazón se sintió feliz, vio como se acumulaba energía por todo su cuerpo.
Inconscientemente, Xia An volvió a tocar su vientre. De repente se dio cuenta de que algo andaba mal. Comía mucha comida, pero su vientre aún estaba muy plano, como si... la persona que acababa de comer no fuera ella.

Cuando bajó la cabeza, Xia An miró su vientre y, como resultado, se congeló —YO ! ¿Esta es mi mano?! —sus se agrandaron; levantó las manos  delgadas que estaban en su vientre plano y las sostuvo frente a sus ojos. Miró las palmas blancas y hermosas; los dedos rosados ​​y delgados; sintió que el cuerpo se volvía hacia su hermoso y problemático cuerpo en los días del juicio final.

Después del impacto, Xia An corrió hacia el baño con una expresión horrorizada.
Y después de mirarse al espejo, Xia An se sintió aliviada. Afortunadamente, ¡no era su cuerpo problemático en los días del juicio final!
Al mirar a la mujer en el espejo, ya no se la podía llamar ñ "zombi".

Obviamente, justo después de una comida, la mujer zombi seca original se sintonizó saludable, como si soplara aire en un globo vacío. La piel también parecía haber sido tratada. Se volvió suave y delicado.

Xia An levantó la mano y tocó su rostro actual y sus ojos oscuros estaban llenos de felicidad.