CAPÍTULO 1

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Cruzé mis piernas, acomodándome en la silla de mi despacho y comenzé a revisar los archivos sobre la última víctima del asesino más buscado de toda Manhattan , y para mi mayor suerte, uno de mis mayores quebraderos de cabeza desde que llegue aquí; conocido como el sentenciador. Si alguna vez no habias visto como puede quedar su víctima, no lo intentes o sufrirás graves problemas en tu frágil autoestima.

Jamas pensé que alguien pudiera ser tal rata mundanal como él, o ella; que aun no sabemos con certeza, debo decir.

Alguien tocó a mi puerta y con un leve alzar de mano entró, esperando con impaciencia, a que yo reclamase su identificación.
Alzé la mirada y un joven muchacho ( no debía de tener más edad que yo ) me recibió con un 'Buenas', que correspondi con una leve sonrisa y una inspeccion visual: tez blanca y sonrosada, cuerpo fibroso y marcado, presencia abrumadora, diría yo. En la placa de su uniforme podía leerse: Inspector jefe del departamento de criminilogia, y bajo eso: Asher O'connor. ¡Vaya sorpresa, no se reciben altos cargos todos los dias!

- En que puedo ayudarle - dije levantándome de mi asiento, cautelosa.

- Buenos días señorita, quisiera comunicarle un asunto que le incunve - él se pasó la mano por su cabello; alborotándoselo.

- Digame, pues - Estaba impaciente por saberlo, que haria él aquí.

- De hoy en adelante seré el encargado de este departamento, y por lo tanto, su superior.

De acuerdo, esto no me lo esperaba, no tan pronto, es decir, llevo aqui casi 5 años y, desde que llegué, nadie me ha dado órdenes ni me ha dicho lo que debía o no debía de hacer... Y ahora llega este.
Mañana me llegaré a dirección a pedir explicaciones, esto no puede quedar así.

Tras varios segundos de reflexión:

- De acuerdo, mañana se lo comunicaré al equipo.

Él esbozó una leve aunque perceptible sonrisa que yo percibí con claridad y arrogancia. Antes de que saliese del despacho, ladeó su cabeza hacia mi y me inspeccionó desde el primer pelo de mi cabeza hasta la suela de mis tacones. Un escalofrio recorrió mi columna vertebral.

"Esto no será bueno", pensé.

(....)

- Y justo entonces entró y me dijo todo aquello y yo pensé que él estaba chalado y encima me miró de arriba a abajo - Dije cogiendo de la barra del bar mi cuarta, o quizás quinta copa. El día habia sido muy largo.

- ¿En serio? Seguro que seria guapo Katerinne, tu estas hecha un bombón, nena.
Rose pidió la cuenta de lo que habiamos bebido y yo miré mi reloj intentando distinguir cual era la aguja larga y corta.

- Creo que se hace tarde Rose, deberiamos de volver ya - Acomodé mi cabello detrás de la oreja.

- Si... Deberiamos - Rose cogió su bolso y yo mi cartera y salimos juntas con pasos torpes y algunas risas de por medio.

Mi moto estaba aparcada al final del calle y podia divisarse a lo lejos. Cuando estabamos ya a mitad de camino un grupo de chicos nos llamó la atención, tirándonos piropos.

- Ven Kat, se van a enterar - dijo entre risas.

- Que os pasa a vosotros, pareceis unas barbies mal pintadas, aunque gracias por los piropos - Rose guiñó a uno de los chicos.

Dios mio, Rose callate ya, vocazas, nos vamos a meter en problemas por tu culpa. Parece mentira que yo sea su compañera y ni siquiera que sea su superior. Mañana nos caerá una buena por haber consumido antes del horario laboral. Maldita seas Rose.

Uno de los chicos se levantó, y no con muchas buenas intenciones, diría yo. Tiré de Rose con toda mi fuerza y la arrastré, cuando uno de los chicos se acercó a mi y me sujeto el brazo firmemente.

- ¡Oye suelta! - tiré más y más y no conseguí moverme ni un solo milímetro del sitio.

- Perdona pero creo que merezco una explicación, mejor, mi amigo la merece- me giré para verle y, para mi mayor ayuda, era aquel muchacho ...

- Espera... ¿¡Asher!? - desprendía una mirada penetrante que me hizo retroceder.

- Con que te acuerdas, nena - casi estuve a punto de abofetearlo, si no fuese por que mañana se convertirá en mi superior.

- Suéltame te lo repito, no quiero hacerte daño. No me hagas repetirtelo - Le correspondí con una mirada furtiva, a la que no dudó en responder.

- Creo que no, muñeca, la que vas a pasarlo mal eres tu, como no os disculpeis - me dijo arrogantemente. Se notaba que estaba bastante hebrio.

- Más quisieras mister arrogante, no me pareces demasiado legal. Desde que te vi entrar me pareciste un pedazo de c*****.

- No te atrebas a decirme eso - alzó su puño, probablemente para arrojarme al suelo de un puñetazo, pero alguien tiró de mi y en un paso en falso su compañero recibió el puñetazo. Oh mierda, el día no mejora nada.

Al instante él cayó al suelo, supongo que por la gran cantidad de alcohol acumulado en la sangre. Rose tiró de mí y en centésima de segundo ya estabamos dentro del coche. Ella intentaba dislumbrar el hueco por el que se introducía la llave mientras añadía presión con un ' Oh diablos, no puedes ser más rápida ' o un ' vamos Rose, vamos'. Consiguió introducirla, y a gran velocidad salimos del aparcamiento, alejándonos del lugar. Cuando nos alejamos ya bastante, mi cara esbozó una leve sonrisa de . (.....)

- Vamos Rose, sal del coche- dije dejando caer mi peso sobre una pierna y acomodando mi bolso - Rose - añadí, remarcando la -o-.

- Ya voy - hizo enfasis en la -o-, imitándome. Salió tropezandose con el borde del acerado público.

" Si contara las veces que repito la palabra Rose al día, sería rica", pensé dibujando una mueca en mi rostro. Ella respondió con confusión y ayudándola, caminamos hacia casa; a las 3:50 a.m de la madrugada... ¡Diablos Rose!

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⏰ Última actualización: Aug 05, 2015 ⏰

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