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Capítulo escrito por: -lautaro

Tomás.

—Yo tuve el mundo a mis pies, y no era nada sin ti— canturreé mientras que Julieta se escondía en mi pecho sin querer soltarme.

—No quiero que te vayas— dijo.

—Yo tampoco quiero irme pero, si llego tarde, me linchan— respondí. —Prometo volver a verte.

Ella hizo un puchero.

Dejó un beso sobre mis labios y coloqué mi campera de cuero acaricié su mejilla y dejé otro beso en su frente.

Salí de su casa soltando un suspiro y subí a mi moto.

Manejé hasta la casa que compartía con Candela.

Esta, me esperaba sentada en el comedor usando su celular.

—Amor— habló. —Al fin llegaste temprano.

—Sí— contesté y dejé el casco de mi moto sobre la mesa. Ella quiso darme un beso y me corrí un poco, me hizo cara de pocos amigos, así que tuve que besarla. —Estoy cansado.

—Siempre estas cansado para mí— recriminó.

Decidí no decir nada porque empezaria una discusión y lo que menos tenia ganas era de eso porque explotaria.

Entré a la habitación y frente a mí estaban las valijas con ropa mía sobre la cama, y detrás de mi, entró Candela.

Ella se rió —¿Pensabas que me iba a seguir haciendo la estúpida?

—¿Qué te pasa?— le pregunté, casi saliendo de mis cabales.

—Por favor, Tomás, ¿Podes dejar de faltarme el respeto un segundo? Tené huevos y decime que soy re contra cornuda, nene— exclamó.

—Nada que ver, loca, yo solamente estoy con vos— respondí.

Comenzó a reírse —Si estás solamente conmigo, ¿Entonces porque te desapareces? Y no me digas que estás con tus amigos porque siempre me comunico con ellos y me dicen que con ellos no estás— me revoleó una remera
—Olé, ese perfume no es mío.

—Y eso no significa que yo esté fallándote.

—Si no me estás fallando, tomate esto más en serio— gritó, sabia que en cualquier momento comenzaría a llorar
—Hace cuatro años estamos juntos, y no me moves un pelo estos últimos nueve meses... Pedime matrimonio si esto es en serio para vos.

—Candela, tengo veintidós años ¿De que matrimonio me hablas?

—Del nuestro— contestó —Pensalo, Tomás pero, acá no, quiero que te vayas.

Volvió a tirarme la ropa con la valija.
Tragué saliva sintiéndome inútil.

Quise llorar, quise romper cosas, aunque solamente junté mi ropa dentro de la valija y salí de ahí lo antes posible. Dejé la moto y decidí usar el auto.

Marqué su número; Porque era lo único que se me venía a la cabeza cuando las cosas estaban mal.

—Tomi— escuché su dulce voz del otro lado del teléfono, era ronca y parecía recién despierta.

—¿Te desperté?— pregunté.

—No, amor. Osea si. Me quedé dormida viendo la tele.

—Perdón— dije —Solo queria que me digas "te amo"

—¿Porqué?— se rió levemente —¿Andas cursi?

—Decime que me amas, Juli— pedí, al borde del llanto.

—Te amo mucho— cedió —Tanto que no te imaginas, que no me lo imagino ni yo misma. Te amo hasta el infinito. Te amo, te amo, te amo...— apreté el teléfono contra mi pecho y comencé a llorar desconsoladamente —¿Estás ahí?

—Perdón, reina— dije antes de cortar.

Y antes de tomar una decisión que debería haber tomado hace tiempo.

take my breath away | cro y cazzu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora