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~Capitulo 2. Grandes ojos, rubias y asientos~

Cuando se fueron Rachel me dijo que el era Nick el chico con el cual se atrevía a competir con Zedd y por su puesto su mejor amigo. Si es mono, es majo y ay que reconocerlo pero también hay que ronocer que es un completo e irreverente cretino.

Al llegar a la primera clase me di cuenta de que estaba en la puerta el maestro charlando con un alumno, el maestro se veia enojado y solo se veia que el alumno se contraia su espalda y bajaba a medida que el reia, decidi pasar por alto lo que claramente era una falta de respeto.

Me acomode en una mesa doble que estaba en la parte delantera del aula. Coloque mis cosas en la mesa esperando que el maestro de quimica entrara mientras tanto comenze a repasar mentalmente lo que tenia que hacer a lo largo del dia y viendo la forma de inventar una excusa para no ir a la fiesta por la noche. Cuando menos me di cuenta el maestro ya habia entrado en el aula y comenzado a poner algunos apuntes en la pizarra.

-Señor Meller le agradeceria que se sentara a un costado de la señorita Diamond.- siendo sincera oia que decian mi nombre pero no me moleste en subir la mirada ya que estaba al margen de mis pensamientos hasta que senti que alguien resoplo y movio el asiento continuo a mi tomandome por sorpresa y haciendo que perdiera mi equilibrio, provocando que mi culo estampara contra las baldosas del laboratorio, y lo que futuramente me ocasionaria un morete del tamaño de una naranja en el trasero.

-¡¡¡Vaya!!! no se porque se sorprenden si solo hay que verle la cara para saber que no sale del piso.-esa irritante y aterciopelada voz volvio a sonar otra vez en mi mente.

-Callate Nick y ayudala.- oi que decia un chico detraa de mi. No se el motivo por el cual no me levantaba aun, y seguia ahi viendo como se burlaba de mi.

Cuando por fin reuni nas fuerzas suficientes que requiria mi a dolorido trasero me di cuenta de que Nick Meller estaba sentando a un lado mio. Como toda colegiala estúpida y sosa mi estomago dio vuelco de la emoción pero como toda mujer que se quiere empezó a tener arcadas al recordar las formas en las que me insulto ahora y eso que no tiene ni la mas mínima idea de quien soy ni siquiera se si sabe mi nombre.

-¿Se encuentra bien señorita Diamond?.- me pregunto el profesor

-Así es.- pensé en que más añadir para que se apodada de mi y quitara este patán que estaba a un lado de mi pero como de momento no se me ocurrió nada lo que hice fue que solo mostré mi mejor sonrisa de lastima y asenti.

Toda la clase fue una completa tortura. Creo que todo lo que hacia era para sacarme de quisio o mejor aun que explotara en medio de la clase y así burlase mejor de mi. Se la paso golpeando el lápiz contra el su carpeta, no paraba de menearse en la silla y hacer dibujos 3D en sus cuadernos ya que por lo visto en otras partes de su cuerpo no caberia ni un solo espacio de tinta en ellos.

A medida de que pasaba mas minutos junto a el descubrí que tenia todo o gran parte de los brazos con tatuajes potenciales unos eran muy extraños pero en que mas me costo trabajo entender porque estaba ahí y en ese ligar exactamente era que en su muñena había una ave. Una ave delicada que abría sus alas buscando el cielo, siendo sincera era muy hermoso pero no entendía como podía estar rodeado de arboles secos, tatuajes de lineas que no llevaban a ningún lugar en si.

Otra cosa que descubrí fue que sus ojos son de un verde mas claro del que había recordado esta mañana eran mas verdes que el pasto fresco y su cabello era como cuando mezclas la leche con la miel y consigues ese extraño color dorado que se convina con ambas cosas. Y la ultima conclusión y la que mas me llamo la atención fue que al momento de quitarse la chaqueta dejaba ver sus brazos y la camiseta que estaba llevando se le marcaba gran parte de ellos y de la espalda así que cada vez que se mecía en la silla daba una vista de toda su espalda y sus músculos tensandose y contrayendose.

Bad Boys. Good Lips ©®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora