El rubio volteo a ver a su pareja mientras seguía cruzado de brazos. Ambos acostados en la cama
-Eh, Scott podrías dejar eso por un rato?-
-No-
-Podrias al menos voltearme a ver?-
-No-
-¿Sigues enojado?-
-No-
El guardián soltó un suspiro y quedó viendo un rato el techo, chocando ambos dedos índices antes de hablar.
-Oye cuando decía que no te dejaría abrazarme, pensé que el castigo sería para ti no para mi-
La hormiga soltó el gran peluche del capitán América para voltearse y abrazar a su pareja aún con los ojos cerrados y con una pequeña sonrisa. El guardián correspondió alegre y por fin pudo quedarse dormido.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.